Estos son los mejores edulcorantes y endulzantes naturales
La OMS avisa de los beneficios y perjuicios que puede acarrear su uso en determinadas personas.
En los últimos años la tendencia por el uso de edulcorantes a nuestra alimentación ha aumentado de manera considerable. Entre los principales motivos de este crecimiento se encuentran sus facultades como sustitutivo del azúcar o el interés por mantener una dieta más saludable y equilibrada.
Pese a ello, la realidad es que un uso excesivo de estos productos puede ser realmente perjudicial para la salud. Además, desde la OCU informan del problema del 'efecto suma' a la hora de incluir todo tipo de aditivos a nuestra dieta.
"Lo mejor para la salud sería que nuestro paladar se fuera haciendo a consumir alimentos menos dulces, pero esta es una tarea educativa a largo plazo. Mientras tanto, es fundamental aprender a manejar los endulzantes que tenemos a nuestro alcance y elegir con criterio cuáles utilizar: muchos son aditivos y hay que tener cuidado con el 'efecto suma'", afirma la OCU.
¿Qué es el 'efecto suma'?
Una de las principales consecuencias negativas que provoca un uso continuado y, en ocasiones, abusivo, de edulcorantes, es el 'efecto suma'. Este se encuentra relacionado con el índice de Ingesta Diaria Admisible (IDA) y se refiere a la acumulación añadida de otros productos ya la contienen.
Según la OMS, los edulcorantes no son recomendables si el objetivo que se busca es bajar de peso, al mismo tiempo que alertan de que un consumo abusivo puede aumentar la mortalidad de forma considerable.
Pero al igual que ocurre con todos los productos, su uso no es perjudicial, pero sí lo es un consumo irresponsable o excesivo. Como ejemplo estaría aquella persona que echa edulcorante al café para no consumir azúcar pero al mismo tiempo toma refrescos, dulces, galletas, etc. Por este motivo la OMS enfoca el problema en el abuso y no en la ingesta.
A la hora de establecer qué edulcorante es más sano o menos dañino, es necesario saber que la OMS establece tres grupos principales para diferenciarlos:
- Azúcares naturales
- Polialcoholes
- Edulcorantes intensivos.
Los estándares de consumo fijados por la OMS estipulan que, en el caso de los azúcares naturales, es recomendable no superar los 50g al día, aunque la dosis ideal serían 25 g por día. En este grupo encontramos la sacarosa, fructosa, lactosa, miel, jarabe de maíz...
¿Qué dice la OMS?
Como ocurre con la ingesta de cualquier alimento, siempre hay personas que son más vulnerables que otras y su consumo o exposición a determinados edulcorantes puede tener consecuencias perjudiciales para la salud. Hablamos de los grupos de riesgo.
Aquí entrarían aquellas personas que sufren alergias, urticaria o asma entre otras. También están en este grupo personas mayores, mujeres embarazadas o niños menores de tres años.
En este sentido hay que destacar el aspartamo y la sacarina como dos de los edulcorantes artificiales más utilizados en el mundo. Por su parte, la OMS se centra en la estevia.
"Su poder edulcorante proviene de unas sustancias denominadas 'glucósidos de esteviol', muy resistentes al calor, de alta solubilidad y que no aportan calorías. Pueden tomarla sin problemas las personas que no pueden consumir aspartamo, uno de los edulcorantes comercialmente más extendidos". Pese a ello, se desaconseja su ingesta en niños.
Por todo ello, se considera que la sacarina, estevia y azucarillo serían algunas de las opciones más aconsejables por la OMS, siempre y cuando su uso sea moderado y no abusivo. Como última advertencia, el organismo mundial de la salud asegura que las consecuencias de ingerir cualquier tipo de edulcorante dependerá de la persona, la dosis, el estado de salud y el edulcorante en cuestión.