El tiempo que dedicas a ducharte y la temperatura del agua indican tu estado psicológico

El tiempo que dedicas a ducharte y la temperatura del agua indican tu estado psicológico

Un estudio ha comprobado  la relación entre estas dos cuestiones en personas de diferentes edades

Una persona enjabonándose en la ducha.Getty Images

Nuestros hábitos diarios dicen mucho de nosotros sin que nos demos cuenta. Un ejemplo lo cuenta un curioso estudio que ha analizado la relación entre la frecuencia con la que la gente se ducha y su estado psicológico.

La cuestión de fondo, que parece una mera curiosidad, es que las rutinas y el saber cumplirlas tienen mucho que ver con nuestro estado de salud, tanto físico como psicológico. Y cosas tan sencillas como el tiempo que pasamos sentados en el baño, lo que comemos o la música que escuchamos pueden decir mucho sobre alguien.

En estudio lo han realizado investigadores de la Universidad de Yale y en él han demostrado que lo solo que te sientes está directamente relacionado con la cantidad de tiempo que pasas bañándote. Por lo tanto, ambas cosas, según estos científicos, están directamente relacionadas.

En una primera fase de la investigación participaron 51 personas de entre 18 y 45 años, a las que se les pidió que rellenaran un cuestionario sobre su higiene y rutina de baño y, posteriormente, otras preguntas sobre la soledad y sobre cómo se sentían de acompañados.

Los científicos querían ver la frecuencia de este hábito, pero también cuánto dura y la temperatura del agua que prefiere cada persona. Sus conclusiones fueron que las personas que se sentían más solas se bañaban un 23% más a menudo y el agua que utilizaban estaba templada. El agua caliente indica que intentaban llenar el vacío que sentían por la ausencia de una pareja real o por sentirse solos en general, según concluyeron. Los científicos querían comprobar también si esta teoría era válida para las personas mayores. Así que repitieron el mismo estudio con 41 personas de entre 19 y 65 años.

Titania
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Santander

Y encontraron elementos comunes en las dos investigaciones. Por ejemplo, que la duración y la temperatura del agua tienen que ver con lo solo que se siente el individuo. Sin embargo, la investigación demostró que en las personas más mayores la frecuencia con la que se bañan no está relacionada con lo solos que se sienten, ya que han desarrollado otros intereses que llenan este vacío.