La señal de alerta que indica cuándo comer una patata con brote puede ser muy peligroso
Mucho cuidado con la solanina, un componente altamente venenoso que se encuentra presente en las patatas germinadas.
Probablemente, todos hemos pasado por esta situación: planeas un delicioso plato con patatas como guarnición, pero justo antes de comenzar a cocinar, ¡sorpresa!, descubres que las patatas han brotado. ¿Qué hacer en este caso? ¿Deberías buscar otra opción de acompañamiento o es seguro consumir las patatas con brotes? Te contamos la señal que indica que es mejor para tu salud tirarlas a la basura inmediatamente.
El peligro invisible de las patatas con brote
Cuando las patatas germinan, producen un compuesto ligeramente tóxico conocido como solanina. Es recomendable evitar su consumo, aunque eso no implica necesariamente desechar todas las patatas de inmediato.
El criterio principal es que los brotes generados deben ser definitivamente más cortos de 1 cm. En tales casos, la concentración de la toxina es demasiado baja como para representar un riesgo para la salud.
Sin embargo, es recomendable cortar generosamente la parte germinada o los brotes antes de continuar con la preparación de las patatas. También es importante desechar las partes verdes, ya que también contienen solanina.
Por otro lado, si decides usar estas patatas, es preferible no reutilizar el agua de cocción, ya que la solanina, insoluble y resistente al calor, puede transferirse al líquido durante la cocción.
Si los brotes tienen más de 1 cm de longitud, es aconsejable desechar la patata. Aquellas personas que han consumido una cantidad significativa de solanina pueden experimentar, en el peor de los casos, irritación en las membranas mucosas, así como dolores de estómago, vómitos y diarrea.
¿Qué es la solanina?
La solanina es una sustancia presente no solo en las patatas, sino también en los tomates y otras plantas de la familia de las solanáceas. Actúa como protección contra los depredadores y se encuentra principalmente debajo de la piel y en los brotes. Además, su sabor amargo protege a las patatas contra la putrefacción, lo que hace que los tubérculos dañados por presión o heladas tengan un mayor contenido de solanina.
Aunque es inevitable que las patatas eventualmente germinen, puedes retrasar este proceso mediante un almacenamiento adecuado.
Frío, seco y oscuro: estas son las condiciones ideales para las patatas. La cocina no es el mejor lugar debido a una temperatura óptima de almacenamiento de 3 a 5 grados. El sótano o una despensa fresca son opciones mucho mejores, preferiblemente almacenadas en un recipiente de arcilla o en una bolsa de arpillera.