Comienza el juicio a Arantxa Sánchez Vicario y a su exmarido por alzamiento de bienes
Según la Fiscalía, los acusados efectuaron numerosas "maniobras" con un "ánimo de enriquecimiento ilícito".
El juzgado penal número 25 de Barcelona juzga desde este martes a la extenista Arantxa Sánchez Vicario y a su exmarido Josep Santacana, para quienes la Fiscalía pide cuatro años de prisión acusados de urdir un plan para descapitalizar su patrimonio y evitar el pago de una deuda al Banco de Luxemburgo.
El juicio, que está previsto que se prolongue hasta el viernes 15, llega dos años después de que el ministerio público acusase a ambos de un delito de alzamiento de bienes o de insolvencia punibles.
En sus calificaciones, la fiscalía sostuvo que Sánchez Vicario, "bajo las consignas" de su exmarido y en colaboración con otros cinco acusados, "idearon un plan consistente en descapitalizar su numeroso patrimonio" para eludir la deuda que tenían con el Banco de Luxemburgo.
Esta entidad se había querellado contra la pareja después de intentar sin éxito, desde el año 2010, cobrar las cantidades con que avaló a la tenista para pagar una multa de 5,2 millones euros por un anterior fraude a Hacienda.
Según la Fiscalía, los acusados efectuaron numerosas "maniobras" con un "ánimo de enriquecimiento ilícito", entre ellas el vaciado de seis cuentas corrientes, para que no hubiese saldo en caso de embargo, o la desaparición del dinero percibido por la tenista en concepto de reportajes en medios de comunicación, "cobrando de forma opaca o haciendo desaparecer el dinero nada más recibirlo".
La acusación incluye asimismo la ejecución de un proceso de despatrimonialización inmobiliario "a través de sociedades de las que era titular real o fiduciaria" la exdeportista, llevado a cabo, "bajo las directrices del acusado", en más de una decena de viviendas, varias plazas de aparcamiento, un local en un puerto deportivo o varios terrenos, entre otros bienes inmuebles.