El misterioso hombre lobo canario que inspiró el clásico cuento 'La bella y la bestia'
Una historia tan real como fascinante.
A más de 2.000 kilómetros de distancia del castillo español que enamoró a Walt Disney, idéntico al de la Reina Grimhilde en la película Blancanieves y los Siete Enanitos, pero 300 años antes del estreno del primer largometraje animado en color, nacía Pedro González, conocido como Petrus Gonsalvus, un noble de Tenerife cuya vida pudo servir de inspiración para que la francesa Jeanne-Marie Leprince de Beaumont escribiese en 1756 el libro en el que se basaría después la película de La Bella y la Bestia.
No hay evidencia que vincule la vida de Gonsalvus con el argumento de la novela que Disney adaptó en 1991 para convertirla en un clásico del cine y en la primera película de animación que recibe la nominación al Óscar a mejor largometraje. Sin embargo, la enfermedad que sufría este noble tinerfeño nacido 1537 ha sido más que suficiente para que su nombre se relacione con la posible inspiración para el personaje de Bestia.
A Petrus Gonsalvus le diagnosticaron bien de pequeñito un trastorno genético conocido como hipertricosis, una enfermedad poco frecuente que le causaba el crecimiento excesivo de vello en todo el cuerpo. Una condición que convirtió a este descendiente de los reyes guanches, antes de que la Corona de Castilla conquistase las islas Canarias, en una de las personas más singulares de su época y una atracción para los europeos, que llegaron apodaron "el hombre lobo".
De acuerdo con el podcast Despierta tu curiosidad de National Geographic, a Gonsalvus lo trasladaron primero a la Península y luego, en 1547, lo llevaron a Francia, donde a los diez años se convirtió en parte de la corte del rey Enrique II, quien quedó tan impresionado por su aspecto y su biografía que lo consideró un tesoro único en Europa.
"Su cara y su cuerpo están recubiertos por una fina capa de pelo, de unos cinco dedos de largo -unos 9 centímetros- y de color rubio. Más fino que el de una marta cibelina y de olor bueno, Si bien la cubierta de pelo no es muy espesa, pudiéndose apreciar bien los rasgos de su cara", explica la descripción que un noble italiano escribió en la época.
Ganarse el favor del rey francés, le sirvió a Petrus Gonsalvus para formarse en Humanidades y Latín, además de las normas de la etiqueta de la época. Una transformación con la que se ganó el respeto y que desembocó en su matrimonio con una joven parisina de la que poco se sabe: Catherine. Se sospecha que pertenecía al grupo de damas de compañía de la reina, quien la habría usado para un experimento.
La reina Catalina de Médici quería comprobar si la condición médica de Petrus Gonsalvus era hereditaria. Tuvo varias oportunidades para descubrirlo porque del matrimonio nacieron seis hijos: Madeleine, François, Enrique, Antonieta, Horacio y Ercole. Tres de ellos, efectivamente, desarrollaron la enfermedad genética de su padre, que heredaron también sus nietos.
La historia de Gonsalvus y su esposa ha sido interpretada como una posible inspiración para el cuento de hadas La Bella y la Bestia. En la historia, Bestia es un hombre guapo, maldito por el conjuro de una bruja, que solo puede romper si encuentra a una mujer que lo ame por su interior, a pesar de su apariencia.