Los Oscar cambian las normas para elegir la Mejor película
La Academia de Hollywood busca así incentivar el consumo de cine en salas de cara a 2025.
El eterno debate de salas de cine vs. streaming ha llegado —una vez más— a la Academia de Hollywood. Aunque en esta ocasión, el cine en salas ha logrado una pequeña victoria de cara a los Oscar 2025 con una serie de modificaciones en los requisitos para concurrir a Mejor película.
Hasta este 2023, este tiempo de exposición en la gran pantalla se limitaba a estar una semana en las seis principales ciudades de EEUU (el Condado de Los Angeles, la ciudad Nueva York, el Área de la Bahía de San Francisco, Chicago, Miami y Atlanta). Ahora deben hacerse otros siete días, que pueden ser consecutivos o no, y hacerse en 10 de las 50 ciudades más importantes de EEUU sin haber excedido los 45 días del estreno inicial. Del mismo modo, hacerlo fuera de EEUU computará como haberlo hecho en dos ciudades.
Para poder optar al Oscar a Mejor película, esta ampliación del proceso de proyección en salas deberá haberse completado como máximo el 24 de enero de 2025. Por este motivo, las modificaciones se harán efectivas en la 97ª edición de los premios, que tienen prevista su ceremonia el próximo 2025.
En el caso de las cintas no estadounidenses, como fue el caso de la ganadora Parásitos, deberán lanzarse en dos de las 10 ciudades consideradas como principal mercado estadounidense, en su país de origen y en el top 15 de países considerados como principal mercado cinematográfico.
Para las cintas que tengan previsto su estreno más tarde del 10 de enero, deben detallar su plan de proyección a la Academia antes del 24 de enero de 2025 para poder optar a la estatuilla de Mejor película.
"Esperamos que esta modificación aumente la visibilidad de las películas en todo el mundo y anime al público a experimentar nuestro arte en salas de cine", aseguraron el director ejecutivo de la Academia, Bill Kramer, y su presidenta, Janet Yang, quienes recalcaron que el resto de categorías no tendrán este requisito.
Aunque esta medida sirve para evitar que las grandes plataformas de streaming como Netflix, Disney +, HBO o Amazon Prime copen el mercado del cine y las salas se reactiven tras su última crisis, también se corre el riesgo de que cintas de menor presupuesto se queden fuera de esta categoría por no poder hacer frente al despliegue que supone proyectarla en las ciudades requeridas.
Con esta medida se busca paliar la dura crisis de las salas de cine, que llevan más de cinco años perdiendo espectadores. Solo en España, en 2016 las salas atrajeron a 18 millones de espectadores con una recaudación de 109 millones de euros, mientras que en 2022 los asistentes no llegaron a 14 millones y la recaudación rondó los 83 millones, según señala en un documento el ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno basándose en las cifras facilitadas por Comscore.