El tiburón de 6 metros de largo oculto bajo estas aguas heladas que podría esconder la clave de nuestra longevidad
Varios investigadores apuntan a los posibles efectos a largo plazo para el ser humano.
Un hallazgo natural en las aguas del Atlántico Norte y el Ártico podría cambiar parte del conocimiento sobre la longevidad de animales y también de los seres humanos.
En estas aguas vive el conocido como tiburón de Groenlandia, un animal que según un estudio de 2016 podría llegar a vivir 400 años. Se trata de una especie capaz de crecer un centímetro por año, hasta acabar llegando a los 6 metros de longitud. Dada su longevidad, su pubertad se alcanza cuando ronda el centenar de años.
Un misterio al que biólogos alemanes intentaron responder secuenciando el 92% de su ADN, como informa la CNN. “Sólo con el ensamblaje del genoma podemos entender qué mutaciones se acumularon en el tiburón para que tuviera esta enorme longevidad, por ejemplo”, explica el doctor Steve Hoffman, biólogo y autor principal del estudio, a la espera de la validación por pares.
Al analizar su genoma , los científicos se dieron cuenta de que también era muy largo. Más grande que todos los demás genomas de tiburón ya conocidos. Y esto podría deberse a la capacidad del tiburón de Groenlandia para reparar su ADN.
También su composición genética es peculiar. El 70% de los genes son genes saltadores, capaces de transponerse a diferentes lugares de la secuencia del ADN duplicándose, lo que en ocasiones crea mutaciones. Esto, en otros animales puede llegar a generar enfermedades genéticas o incluso cánceres, pero no en el tiburón de Groenlandia, capaz de 'reparar' los posibles daños internos genéticos.
Como apuntan los medios especializados, el trabajo de secuenciación hecho por lo investigadores alemanes podría ayudar a los humanos a vivir más tiempo, o al menos a vivir mejor, más allá de las enormes diferencias entre un tiburón y una persona.
La doctora Vera Gorbunova, profesora de medicina y biología entrevistada por la CNN apuntaba que "quizás podríamos imaginar un fármaco que se dirija a un gen humano y lo haga funcionar un poco más como un gen de un tiburón de Groenlandia y esto mejoraría la reparación del ADN en humanos".
"Esto no nos permitirá vivir siglos, pero podría ayudarnos a retrasar el envejecimiento celular y las enfermedades que lo acompañan. Una forma de vivir más tiempo con buena salud", sentenciaba.