Un reputado chef subraya por qué es tan complicado exportar las tapas de España
Un plato muy popular entre los paladares de todo el mundo.
Las tapas son las delicias culinarias más representativas de la cultura gastronómica española, conocidas y amadas tanto por los locales como por todos los turistas que visitan el país en cualquier época del año. Desde las tradicionales patatas bravas, tortilla española, calamares o croquetas, hasta las más modernas creaciones como el steak tartar con anchoa, nuggets de mollejas de cordero o flamenquines de cecina.
Sin embargo, a pesar de su creciente popularidad, llevar estas tapas fuera de las fronteras españolas no es una tarea fácil. La esencia de estos platos reside en su meticulosa elaboración artesanal. Una atención al detalle que hacen que estas tapas sean tan especiales, pero a la vez tan difíciles de exportar. Las técnicas tradicionales de preparación son complicadas de industrializar sin perder la autenticidad que tanto las caracteriza.
“Aún estamos viendo cuál es el modelo de negocio bueno para exportar. Siempre se ha hablado de las tapas, pero tienen un problema: un nivel de elaboración muy alto, que significa a la vez un nivel muy alto de costes. Una croqueta, por ejemplo, tiene mucha más elaboración que un sushi”, explica el chef Ferran Adrià en declaraciones recogidas por Infobae España.
¿Es la tapa el mejor formato?
Como explica el chef, aparte de la complejidad de elaboración, los costes asociados a la producción y exportación de estas delicias culinarias son significativamente altos. Utilizar ingredientes de primera calidad y mantener la frescura durante el transporte es algo realmente difícil. Por ejemplo, el jamón ibérico es un elemento fundamental de muchas tapas, pero su traslado requiere de unas condiciones especiales para garantizar su calidad.
El mantenimiento de la cadena de frío durante el transporte internacional es otro factor que incrementa los costes en platos que incluyen mariscos, carnes y otros productos perecederos. Por todas estas razones, el chef Adrià asegura que los hosteleros deben plantearse si la tapa es el formato más adecuado para expandir la gastronomía española y que triunfe en todo el mundo, tal y como lo han hecho la cocina italiana, japonesa o francesa, entre otros.
Pero no todo son malas noticias. A pesar de no tener claro cuál va a ser el plato español que conquiste a los comensales de todo el mundo, el chef asegura que la cocina nacional va por mejor camino que nunca. “A nivel gastronómico estamos mucho más avanzados que hace veinte o treinta años”, afirma. No obstante, dice que todavía queda mucho trabajo por hacer y que es necesario tener paciencia y seguir esforzándose por conseguirlo.