eCall de emergencias obligatorio a partir de 2015
Una normativa europea obliga a que todos los coches a partir de octubre de 2015 deberán incorporar el sistema eCall. Un dispositivo que en caso de impacto envía, por vía telefónica, un mensaje al centro de asistencia 112, con la localización del lugar de la alarma y las características del vehículo.
Una normativa europea de reciente aprobación obliga a que todos los coches que se vendan a partir de octubre de 2015 deberán incorporar el llamado sistema eCall. Se trata de un dispositivo que en caso de impacto envía, por vía telefónica, un mensaje al centro de asistencia 112, con la localización del lugar de la alarma y las características del vehículo.
Es un dispositivo de seguridad de probada eficacia, que ya incorporan algunos coches desde hace al menos cuatro años. Marcas como el grupo PSA (Peugeot y Citroën) o Ford los ofrecen como equipo opcional; y otras marcas también como equipo de serie en sus versiones altas de gama (BMW).
Bien con llamada a los servicios de emergencia, o con llamada a los servicios oficiales, que posteriormente dan aviso al 112 si es necesario.
Insistiendo en que se trata de la implantación de un sistema eficaz y que ayudará a salvar vidas, también se plantean no pocas dudas y algunos inconvenientes.
El primero y más grave de todos será la proliferación de llamadas al 112 que pueden llegar a colapsar este imprescindible servicio. Los actuales sistemas de eCall se activan cuando el vehículo sufre una determinada deceleración, que coincide con el disparo de los airbags. Pero esta activación se produce con golpes que no necesariamente producen daños físicos que necesiten la movilización de recursos de emergencia. Si cada vez que hay un alcance o un leve golpe de chapa se activa la llamada al 112, este servicio se va a saturar, con la gravedad que ello supone.
Hemos podido saber que ya se está estudiando la posibilidad de crear una central de alarmas específica para los avisos eCall que se encargará de discriminar los siniestros que necesiten la movilización de recursos, dando posteriormente aviso al 112.
Todos los especialistas en emergencia están de acuerdo en que la reducción en los tiempos de intervención son primordiales para la reducción de la gravedad de los daños. La secuencia aviso-localización-movilización-intervención-estabilización-evacuación debe ser cuanto más precisa y más rápida mucho mejor. Pero también estos mismos especialistas están de acuerdo en que hay que contemplar toda la cadena y de poco sirve actuar intensivamente sobre uno de los aspectos. Mucho se ha escrito -por ejemplo- sobre la poca eficacia del conocimiento de los llamados "primeros auxilios", que todavía se consideran obligatorios para la obtención del permiso de conducir.
Hoy día la totalidad (en la práctica) de los viajeros disponen de teléfonos móviles y ante un siniestro de gravedad los servicios del 112 reciben multitud de llamadas.
Sin embargo, estos mismos ciudadanos que dan aviso, en la mayoría de los casos son incapaces de determinar el punto exacto del accidente, el sentido de la marcha o la gravedad de los daños. Información primordial para activar la intervención de los servicios de asistencia. El sistema eCall solo es capaz de determinar el punto exacto y difícilmente se podrán movilizar los recursos necesarios sin esa información. Parece pues mucho más eficaz divulgar y desarrollar aplicaciones de telefonía que ayuden al 112 en su labor y no dejar en manos de un dispositivo de acción automática tanta responsabilidad. Es evidente que el eCall será imprescindible para los casos de accidentes sin testigos y sin consciencia de los implicados.
De hecho, son ya varias las aplicaciones que de una u otra manera permiten la interacción entre usuarios y vehículos, ofreciendo información sobre el estado de las carreteras, incidentes y desde luego, señalizando y advirtiendo de accidentes en su posición exacta por GPS
Queda aún bastante tiempo para la entrada en vigor de la nueva norma. Tiempo para resolver muchos flecos sueltos que han venido frenando desde hace tres años la implantación en Europa. Desde la elección del operador de telefonía, a la constitución del centro (¿privado o público?) de discriminación de las llamadas... por no mencionar el coste que tendrá que pagar el usuario por este servicio, o si será gratuito durante toda la vida del automóvil. Muchas incógnitas.
El legislador cae con demasiada frecuencia en el error de considerar que todo aquello que se considere bueno para una sociedad debe ser declarado obligatorio. Los sistemas totalitarios han llevado este principio hasta la obsesión: desde la imposición de hacer gimnasia mañanera en Corea del Norte, a la obligación femenina de saber coser un botón en el sistema de enseñanza franquista.
Con el automóvil y la circulación estas obligaciones son aún más abundantes: si es bueno el uso de chaleco reflectante, hagámoslo obligatorio; si encender las luces mejora la visibilidad, impongámoslo por norma; si, como decíamos con anterioridad, es bueno tener algunos conocimientos de primeros auxilios o de mecánica, incluyámoslo en el examen. Y así hasta la extenuación.
Desde luego que el eCall es un sistema con valores interesantes. También con algunos inconvenientes, como hemos dicho. Así que el legislador (que en este caso no es español, sino comunitario) decide que todos a pagarlo. Porque se nos dice que a partir de octubre de 2015 los fabricantes tendrán la obligación de instalar el sistema en los coches nuevos, cuando lo real es que serán los compradores los que tendrán la obligación de pagarlo. ¿O es que alguien piensa que esto es gratis? Ni los suministradores del sistema lo van a ofrecer gratis a las marcas, ni los fabricantes de coches lo van a regalar. Estarán incluidos en su precio final, como es lógico. O tal vez será que aún hay quien cree que el anuncio de Toyota, que ofrece todo el equipamiento por 1 euro, no es una brillante campaña de marketing.