Los padres denuncian que el chico, que sufría un tromboembolismo pulmonar, se estaba ahogando pero el médico que atendió la primera llamada no valoró la gravedad y retrasó la asistencia.
La mujer tuvo un problema con la bomba de insulina mientras dormía la siesta y se desvaneció. El pequeño acunó mientras a su hermana, de 24 días, para calmarla.