Ecoturismo marino: la riqueza de los océanos más allá de las pesquerías
Con las redes de pesca cada vez más vacías, algunas comunidades encontraron una oportunidad para aprovechar los recursos del océano de una manera diferente: el ecoturismo marino. Lo que comenzó como una alternativa económica local es hoy una industria global que cada año genera 50.000 millones de dólares y mueve a más de 120 millones de turistas.
Con ocasión del Día Mundial del Turismo de la UNESCO, la iniciativa de ciencia y comunicación Números Naturales presentó el vídeo Ecoturismo Marino, sexto capítulo de su premiada serie de minidocumentales sobre el valor del capital natural de México, que fue producido con el apoyo de Lyda Hill Foundation y The Nature Conservancy
06 Ecoturismo Marino - Números Naturales from Natural Numbers on Vimeo.
El mar siempre ha sido una fuente de riqueza para el ser humano, sin embargo, nuestra habilidad para extraer recursos y generar residuos ha sobrepasado ya la capacidad de los océanos a adaptarse a estos impactos y hemos ido dejando nuestra huella en el litoral.
Con las redes de pesca cada vez más vacías, algunas comunidades encontraron una oportunidad para aprovechar los recursos del océano de una manera diferente: el ecoturismo marino. Lo que comenzó como una alternativa económica local es hoy una industria global que cada año genera 50.000 millones de dólares y mueve a más de 120 millones de turistas. Tan solo en el Golfo de California, en México, el ecoturismo marino atrae a 900.000 turistas al año que generan una derrama económica de 500 millones de dólares.
En México existen varias casos de éxito ejemplares sobre cómo el ecoturismo está ayudando a muchas comunidades costeras a lograr una transición hacia un nuevo modelo económico más sostenible que la pesca. En el arrecife de Cabo Pulmo, en Baja California Sur, la decisión de dejar de pescar y crear un parque nacional ha tenido como consecuencia una recuperación espectacular de la vida marina, y la zona recibe hoy a 29.000 turistas al año, ofreciendo una alternativa económica a la pesca que ha permitido que la comunidad se mantenga firme en contra de los constantes intentos de megadesarrollos costeros. Y en las lagunas costeras de Baja California, la protección de las ballenas grises -que estuvieron al borde de la extinción tras casi un siglo de cacería indiscriminada- ayudó a la recuperación de su población y hoy generan al año más de 6 millones de dólares por ecoturismo en los santuarios.
Pero no todo son historias de éxito: el turismo mal planeado tiende a la masificación, impacta al medio ambiente y daña a la vida silvestre. Para evitar esto, es necesario que el bienestar de los ecosistemas y sus especies esté siempre por delante del beneficio económico. El ecoturismo marino bien ejecutado constituye una pieza clave para asegurar que la conservación del capital natural aporte tanto o más beneficio a las sociedades humanas como las pesquerías. ¿Y si la verdadera riqueza de los océanos fuese algo más que solo extraer sus recursos?