Filipinas: el largo camino hacia la paz en Mindanao
El pasado 15 de octubre llegaron buenas noticias desde Filipinas. El Gobierno de ese país firmaba un preacuerdo de paz con el Frente Moro para la Liberación Islámica, que ponía fin a 40 años de violencia con uno de los principales grupos de la insurgencia musulmana en el sur del archipiélago.
El pasado 15 de octubre llegaron buenas noticias desde Filipinas. El Gobierno de ese país firmaba un preacuerdo de paz con el Frente Moro para la Liberación Islámica, que ponía fin a 40 años de violencia con uno de los principales grupos de la insurgencia musulmana en el sur del archipiélago. El conflicto es una de esas crueles guerras olvidadas, que según diversas estimaciones ha causado unos 120.000 muertos y dos millones de desplazados.
La isla de Mindanao es la segunda más grande de las Filipinas. Fuente: WIkimedia.
El blog Miradas de Internacional ha ofrecido una interesante cobertura y análisis de estos hechos, mientras que en el esto de la prensa española, el proceso de paz no ha recibido una gran atención. Pero merece hacer un repaso al largo enfrentamiento entre Manila y los rebeldes musulmanes.
Las raíces del conflicto con la comunidad musulmana son antiguas, y Manila ha heredado una cuestión que ya vivieron las anteriores administraciones coloniales. Los españoles fueron los que importaron la denominación "moro" cuando incorporaron las islas al imperio de los Austrias, y nunca lograron controlar a la población nativa musulmana de Mindanao y el sur del archipiélago en sus 300 años de presencia.
Por su parte, Estados Unidos combinó la represión armada (durante la rebelión de 1899-1913) con los pactos con las elites musulmanas para que permitieran la instalación de empresas que explotaran las ricas tierras de la isla.
Un guerrillero del FMLI. Fuente: Wikimedia.
Tras la independencia, Manila alentó la llegada de población cristiana y mantuvo una intensiva explotación del territorio; por lo que los choques étnicos no tardaron en aparecer. La situación para los musulmanes empeoró con la dictadura de Ferdinand Marcos. Un punto culminante llegó el 18 de marzo de 1968 con la masacre de Jabidah, donde el ejército filipino mató a un número indeterminado (entre 14 y 68, según las fuentes) de reclutas de Mindanao, por negarse a participar en una operación en un territorio en disputa con Malasia.
La masacre canalizó el descontento hacia la lucha armada. El Frente Moro para la Liberación Nacional (FMLN) se creaba poco después y en 1972 declaró la guerra al régimen filipino, dando origen a un duro conflicto, marcado por la represión gubernamental.
Tras cuatro años de combates, el FMLN y Manila acordaron un alto el fuego que dio lugar a una larga negociación de 20 años. El acuerdo de 1996 establecía la creación de la Región Autónoma Musulmana de Mindanao.
Pero estas conversaciones dieron lugar a una serie de escisiones que propiciaron que el clima de violencia siguiera en Mindanao y todo el sur del archipiélago. El Frente Moro para la Liberación Islámica retomó la lucha a finales de los 70, ya que defendía la independencia de las zonas musulmanas, y se negaban a negociar con el Gobierno. Su ideología remarcaba más la vertiente religiosa, aunque sus 13.000 miembros intensificaron el uso de la violencia, el Departamento de Estado de EEUU no lo ha considerado un grupo terrorista.
El presidente filipinino, Benigno Aquino, (izq.) junto a militares de EEUU. Fuente: Embajada EEUU en Filipinas.
En 1991, otro grupo de separó del FMLN. En este caso fue Abu Sayyaf que reclamaba la implantación de una teocracia. Son un grupo poco numeroso, actualmente se estima en unos 500 miembros, pero han destacado por su uso indiscriminado de la violencia contra civiles, y ciudadanos extranjeros. Tienen una inspiración yihadista, y se les considera aliados de Al Qaeda. Ostentan el triste récord de haber perpetrado el mayor atentado terrorista de la historia en alta mar, con la voladura de un ferry en 2004, donde murieron 116 personas.
Grupos armados privados y el grupo comunista Nuevo Ejército Popular completan el panorama de la violencia en Mindanao en estos últimos 40 años. A partir de 2001, las conversaciones de paz entre Manila y el FMLI se alternaron con episodios de lucha. Pero el acuerdo se ha ido perfilando, gracias a la mediación de varios países como Malasia, Turquía, Arabia Saudí y Japón.
El presidente Beningno Aquino ha dado el impulso definitivo. El preacuerdo de este octubre contempla la reformulación de la autonomía. La región musulmana pasa a denominarse como Bangsamoro. El Gobierno tendrá competencias fiscales y judiciales (administración de la sharia). El desarme de los guerrilleros no se ha detallado y se ha dejado para más adelante.