¿Daesh aplaudiendo a un homosexual? ¡Habrase visto!
La ironía del asunto es que Mateen no es más que un homosexual frustrado. Un homófobo que tenía un pie aún dentro del armario. Mateen era gay. Le gustaban los hombres. Pero estaba casado con una mujer, con quien pagaba todas sus frustraciones de hombre musulmán homosexual que no se quería a sí mismo y que sólo buscaba vengarse de los demás. Por sodomitas.
Foto de Omar Mateen/MySpace
El asesino de Orlando es un islamista radical de Daesh. Punto final. Conclusiones sacadas como si se le conociera de toda la vida y se le hubiera visto predicar cual erudito religioso por las calles de Estados Unidos. Así, sin más. Maratón de análisis y titulares con "islamista" como ingrediente necesario. Sin esperar a que la noticia repose, se inicien las investigaciones, se sepan más datos, y esas cosas que suelen tener más credibilidad que el selfie poniendo morritos que se ha hecho Mateen cuando iba pedo a las 3 de la mañana. Por cierto, seguramente, el espejo que aparece en la foto sea del baño del club Pulse, que le encantaba frecuentar para ponerse hasta arriba de chupitos. Ahogaba sus penas en alcohol, mientras observa como decenas de homosexuales viven y disfrutan libremente de su condición sexual, aceptados y respetados por el resto de la sociedad.
Omar Mateen estaba fichado por el FBI. Había sido interrogado en varias ocasiones. Investigado, perseguido y marcado como posible extremista. Pero algo fallaba, y fue lo que hizo a los investigadores descartar su perfil como "islamista radical". Le dejaron campar a sus anchas, no consideraban que supusiese un peligro para el resto de la humanidad. No pasa nada. Le puede pasar a cualquiera. Ya pasó en Bélgica, en Francia, en Estados Unidos. No debe ser fácil determinar si un perfil radical puede suponer un peligro para las vidas de los demás. Sí, lo digo en serio. Sin ironías. ¿Acaso no hay homófobos en Madrid que pegan, insultan y mantienen un discurso muy peligroso? ¿Qué hacemos? ¿Llenamos la cárcel de esos desgraciados que no son capaces de respetar que en la cama cada cual hace lo que le da la gana? Mateen era homófobo. Mateen era radical. Mateen no sabía ni lo que era ni lo que quería ser. EEUU le vende armas sin control. "Que tiene que defenderse", como dice Trump. Lo demás, la masacre, ya lo hemos visto.
La ironía del asunto, y voy al grano, es que Mateen no es más que un homosexual frustrado. Un homófobo que tenía un pie aún dentro del armario, que no se acepta a sí mismo, que encima tiene un padre con conflictos de personalidad (sí, en su tiempo libre le gusta ser el presidente de Afganistán, y por las tardes le regaña al hijo diciéndole lo satánicos que son los gays y lo mucho que se merecen morir todos). Mateen era gay. Le gustaban los hombres. Pero estaba casado con una mujer, con quien pagaba todas sus frustraciones de hombre musulmán homosexual que no se quería a sí mismo y que sólo buscaba vengarse de los demás. Por sodomitas. Porque claro, "yo soy un religioso, y por mucho que me gusten los hombres, no puedo aceptar que no vaya a liderar un patriarcado de numerosos hijos, ni que tampoco sepa hacerme el macho". Vamos, que de islamista, lo que yo diga.
La otra ironía es ese supuesto comunicado de Daesh que reivindica el ataque. La próxima edición será de des-reivindicación. ¿Daesh reclutando homosexuales? ¡Virgen santa! ¿A quién se le ocurre decir eso? ¿Os imagináis el trauma que deben tener esos mismos que lanzan a los gays desde lo más alto de los edificios como castigo por su homosexualidad, al darse cuenta de que han abrazado el acto extremista de Orlando protagonizado por un gay con conflicto de personalidad? Algo va mal. Será interesante ver cómo el grupo terrorista gestiona el asunto a partir de ahora. Con lo que le pone reivindicar los actos de los (y no "sus") lobos solitarios.
Al Baghdadi debe estar queriendo matar con sus propias manos a su jefe de comunicación. En lo que ha quedado esto: Daesh aplaudiendo públicamente (aunque inconscientemente) a un homosexual, cuando en Irak y Siria los tira de los edificios. ¡Qué deshonra! ¡Qué escandalo para la imagen del extremista barbudo del Califato, violador y esclavizador de jóvenes cristianas y asesino de infieles! Si Bin Laden levantara cabeza, se volvería a ir voluntariamente con Bob Esponja, al fondo del mar. ¡Qué barbaridad!