Una llamada telefónica de Putin a Alemania desata la ira de la OTAN
El canciller Olaf Scholz se puso en contacto con Putin con el objetivo de rebajar la tensión en el frente, aunque dicho contacto no ha tenido buena acogida por parte de los países aliados.
Pasados varios días desde que saliera a la luz la llamada del canciller alemán Olaf Scholz a Vladimir Putin con el propósito de rebajar la tensión bélica, que en las últimas semanas se ha recrudecido con la entrada de Corea del Norte en el conflicto, las reacciones de los líderes occidentales continúan sucediéndose en forma de cascada.
Uno de los últimos en hacerlo ha sido el primer ministro polaco, Donald Tusk, quien a través de una publicación en X, criticó la llamada de Scholz y aseguró que "la diplomacía telefónica no puede reemplazar el apoyo real" a Ucrania. "Nadie detendrá a Putin con llamadas telefónicas", aseveró en la red social el pasado domingo.
Uno de los argumentos que esgrimió Tusk fue precisamente el ataque ruso que durante la madrugada del domingo tuvo lugar en Ucrania: "El ataque de anoche (sábado), uno de los más grandes de esta guerra, ha demostrado que la diplomacia telefónica no puede sustituir al apoyo real de todo Occidente a Ucrania", señaló. "Las próximas semanas serán decisivas, no sólo para la guerra en sí, sino también para nuestro futuro", concluyó el máximo mandatario polaco.
El ataque llevado a cabo por Moscú, con más de 120 misiles y 90 drones contra infraestructuras energéticas ucranianas, siendo el más masivo y uno de los más dañinos en los más de dos y años y medio de guerra.
Dicho ataque evidenció que la llamada mantenida apenas unos días antes entre Scholz y Putin no había surtido el efecto deseado, y con el paso de las horas, numerosos países aliados criticaron dicho contacto 'unilateral' por parte del máximo dirigente alemán.
Otro país que se mostró muy crítico con la llamada fue Lituania, cuya posición geográfica, limítrofe con Bielorrusia, le hace especialmente vulnerable ante cualquier escalada de tensión. Así, su ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, aseguró el sábado que "la historia nos sigue diciendo que la verdadera paz sólo se puede lograr mediante la fuerza".
De esta forma, calificó la llamada telefónica como "el último aliento de la fallida estrategia de negociar territorio por 'paz' con un dictador genocida", y destacó que la petición alemana de "mostrar su voluntad de negociar con Ucrania, con el objetivo de lograr una paz justa y duradera" no es la solución.
Finalmente, fue el propio Volodimir Zelenski el que denunció abiertamente la llamada y lamentó que "ahora puede haber otras conversaciones y otras llamadas. Pero sólo muchas palabras", dijo Zelenski en su discurso vespertino. "Es exactamente lo que Putin quiere desde hace tiempo: es fundamental que afloje su aislamiento", concluyó.