Un cambio radical en las monedas mexicanas asociadas a la época de reyes españoles sube su precio a 50.000 euros
El Gobierno de México busca abaratar la producción de monedas.
Las monedas de oro 'peluconas' son de las más cotizadas en el mundo de la numismática. A diferencia de la gran mayoría de monedas de colección, estas fueron acuñadas en oro puro entre 1732 y 1759, durante la época del virreinato de la Nueva España, es decir, en el México colonial.
Por eso, actualmente pueden ser muy valiosas para los coleccionistas si están en buen estado o tienen otro detalle que las vuelva piezas únicas. En subastas especializadas, su precio puede rondar desde unos pocos miles de euros hasta 50.000 euros, casi 1 millón de pesos mexicanos.
Un valor que podría seguir subiendo, teniendo en cuenta que el Banco de México (Banxico) ha anunciado que a partir de 2025 dejará de usar la aleación bronce-aluminio para fabricar las monedas de 1, 2 y 5 pesos. En su lugar, se utilizará acero inoxidable recubierto de bronce con el fin de aumentar su periodo de vida y reducir los costes de producción.
El uso de elementos más económicos pone aun más de relieve el valor de estas monedas de oro puro, con lo que se podrían encarecer. Eso sí, antes de comprarlas es aconsejable acudir a un experto en numismática o una casa de subastas para que un profesional estime el valor de la moneda en función de sus características concretas.
Historia de las monedas 'peluconas'
El Museo Numismático Nacional explica en su página web que las monedas 'peluconas' reciben su nombre de las efigies que aparecen en su anverso de los monarcas Felipe V, Fernando VI y, ocasionalmente, Carlos III luciendo grandes pelucas.
"Como expresión del absolutismo, el anverso de estas monedas muestra las figuras de los monarcas, desplazando el grabado de los escudos a la parte posterior o reverso de la pieza", precisa. Fueron acuñadas por la Casa de La Moneda de México, pero llegaron a circular en otras partes del mundo gracias a la confianza que infundían.
Un dato curioso sobre estas antiguas monedas es que se dice que podrían haber sido el origen de la expresión "no te vayan a despelucar", ya que, al ser tan valiosas, se asociaron con perder el dinero o el valor que se podía tener.