Un avión de pasajeros ruso se cuela en el espacio aéreo europeo
Iba para Cuba, tuvo un imprevisto y debió darse la vuelta... por un camino vetado por las sanciones occidentales a Moscú.
El vuelo de la aerolínea rusa Nordwind a Varadero (Cuba) del pasado lunes se vio obligado a dar la vuelta sobre aguas internacionales y a usar brevemente el espacio aéreo de Noruega, pese a que está vetado a los aviones de Moscú debido a las sanciones por la invasión de Ucrania.
El incidente afectó, en concreto, al itinerario del vuelo N4555 de Nordwind Airlines Moscú-Varadero, que tuvo que regresar a Moscú, al origen, debido a que dos pasajeros a bordo habrían enfermado al mismo tiempo, según reportó el sitio oficial de la Asociación de Operadores Turísticos de Rusia.
De acuerdo con esa fuente, el avión surcó el espacio aéreo noruego después que las autoridades de aviación de ese país comprendieran la situación y otorgaran el permiso a la aeronave para sobrevolar su territorio. La aviación del país presidido por Vladimir Putin tiene vetado el acceso por el espacio aéreo europeo, dentro de los 12 paquetes de sanciones ya impuestos desde el 24 de febrero de 2022, cuando inició su "operación militar especial" sobre Ucrania.
El aparato aterrizó en el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo a las 19.00, hora local (dos horas menos en la España peninsular). Después del reprocesamiento, la aeronave partió ayer, sin que se hayan reportado nuevos problemas. No ha trascendido el motivo de salud que forzó al giro ni cómo se encuentran ahora los pasajeros afectados.
Por su parte, los turistas rusos que esperaban por el vuelo de vuelta en Varadero para retornar a Moscú fueron realojados en hoteles y trasladados al aeropuerto en el nuevo turno acordado.
El miso vuelo ha sufrido retrasos y problemas en las últimas semanas, pero las autoridades rusas sostienen que han sido coincidencias por "clima desfavorable". Más allá de ese caso concreto, hay una repetición sostenida de fallos técnicos y suspensiones de vuelos que azotan a las aerolíneas rusas en los últimos meses, lo que denota que las sanciones occidentales están afectando a su correcto funcionamiento.
El medio del sector turístico Preferente reportó a mediados de octubre que "en agosto, cientos de pasajeros rusos con destino a la ciudad de Ekaterimburgo quedaron varados en Antalya, Turquía, después de que una aerolínea rusa perdiera repentinamente dos de sus tres aviones Boeing 777 debido a problemas técnicos".
Rossiya Airlines, filial de Aeroflot que desde hace unos meses vuela a Cuba, hizo pública su preocupación porque solo el 40% de su flota de Superjet 100 podría estar activa en 2023 debido a la falta de repuestos.
Las averías en los aviones civiles rusos se ha multiplicado por tres, el mantenimiento se vuelve "artesanal" y los controles se reducen al mínimo, con el riesgo que lleva, según se desprende de una serie de supuestos documentos de la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia, Rosaviatsiya, que dice haber obtenido Ucrania.