Rusia se toma en serio la nueva táctica de Ucrania
Kiev ha sufrido el daño en sus infraestructuras estratégicas y ahora intenta hacer lo propio con su invasor: donde duele.
En los dos años de invasión de Rusia, Ucrania ha sufrido reiterados ataques contra sus infraestructuras estratégicas, con el fin de debilitar a su población hasta el extremo. Luz, agua, energía. Ahí ha estado la diana del Kremlin. Ahora, es Kiev quien ha decidido devolvérsela a Moscú, golpeando también estructuras muy necesarias para su día a día y para su economía, como el petróleo, que sigue siendo un pilar de su economía, uno de sus salvavidas contra las sanciones internacionales.
Ahora se ha sabido que Ucrania ha llevado a cabo otro ataque con drones contra una instalación petrolera en Rusia, un aumento de los ataques a instalaciones energéticas que amenaza el esfuerzo bélico de Moscú y las ventas de su principal exportación.
Moscú culpa a los de Volodimir Zelenski de atacar depósitos de combustible y refinerías de petróleo rusos en un serie de ataques que han aumentado en frecuencia este año y de los cuales Kiev, a menudo, no se atribuye responsabilidad directa. El último, durante la noche del sábado, cuando se produjo un incendio en la refinería de petróleo de Slavyansk, en la región de Krasnodar, tras de un ataque dirigido por el Servicio de Seguridad del Estado de Ucrania (SBU) y las fuerzas especiales ucranianas, según el medio de noticias ucraniano Suspilne.
Las autoridades locales informaron, según este medio, de que las fuerzas rusas habían interceptado varios drones, pero que los dispositivos que sí lograron caer provocaron el incendio. Suspilne señala que se trata del duodécimo ataque exitoso del SBU contra instalaciones petroleras rusas, el noveno en una semana. Una aceleración que busca el daño rápido donde duele.
Se han atacado instalaciones petroleras ya en una amplia zona de Rusia , incluidas Riazán y Pervyy Zavod, al sur de Moscú, la región de Rostov junto a la frontera con Ucrania, Nizhny Novgorod, a menos de 500 kilómetro al este de la capital, y Kirishi, cerca de San Petersburgo.
La agencia Bloomberg dijo, además, que las refinerías que pararon sus operaciones la semana pasada debido a los ataques eran responsables del 12%de la capacidad nacional de refinado de petróleo de Rusia.
Los ataques con aviones no tripulados al este de la región de Donbas tienen como objetivo alterar la capacidad de Rusia para entregar productos refinados, especialmente diésel, al área local, muy importante para proporcionar material a las tropas dentro de Ucrania, en la zona ocupada y bajo control de autoridades afines a los de Vladimir Putin. Mientras tanto, los ataques en sitios más al norte de Rusia afectan negativamente al petróleo que estaba más previsto para almacenaje, como reserva, con lo que se dañan también hasta los planes de futuro, no de presente, de las cuentas rusas.
El canal prorruso Telegram Military Observer citó a Igor Yushkov, analista del Fondo Nacional de Seguridad Energética de Rusia, acerca de cómo los ataques a las refinerías de petróleo eran más problemáticos que los a los depósitos de combustible. Sostiene que sólo causan "problemas tácticos a corto plazo", porque el combustible se quema, pero los productos derivados del petróleo se pueden sustituir fácilmente. Quitando hierro.
Sin embargo, los daños en las refinerías fueron "más graves" porque se trataba de instalaciones "tecnológicamente complejas" cuya reparación se complica por las sanciones, que han restringido el suministro de equipos de refinación de petróleo occidentales.