Putin ‘atrapa’ a una empresa española de piscinas
Se trata de una de las 225 empresas extranjeras que siguen operando en Rusia.
La estampida que se produjo hace algo menos de año y medio por parte de la mayoría de empresas internacionales que operaban en Rusia parece no haber llegado a su fin. Y no por falta de ganas, sino porque el régimen ruso continúa poniendo trabas para su venta.
Se trata del gigante español y puntero a nivel global en el negocio de las piscinas privadas, que cotiza en el Ibex-35, Fluidra. Es una de las 225 compañías extranjeras que continúan trabajando en tierras rusas.
Su intención desde hace meses es la de abandonar el país liderado por Putin y centrarse en su verdadero mercado: Estados Unidos, que supone más de la mitad de los ingresos al negocio.
Desde la empresa aseguraron a Vozpópuli que su intención es la de "salir lo antes posibles" y afirman que están "en un proceso de aprobación por parte de las autoridades rusas, el cual es muy lento".
De hecho ya hay comprador para la división rusa de Fluidra. Se trataría de un inversor privado que todavía no cuenta con el beneplácito del gobierno ruso, debido al endurecimiento de las condiciones que ha impuesto Rusia para evitar la huida de empresas extranjeras -una venta que otras empresas como Inditex sí pudieron realizar en su día ya que las circunstancias impuestas por Putin eran muy distintas-.
Un caso único en España
Fluidra es la única empresa española que cotiza en bolsa que continúa actuando en Rusia, según el último listado publicado por la Universidad de Yale, algo muy similar a lo que le ocurre a Maxam, de quien Fluidra es accionista y que se encuentra en una situación similar, según informó su presidente ejecutivo José Manuel Vargas.
El informe elaborado por el centro educativo de Yale cifra en un millar las empresas extranjeras que han 'huido' de Rusia desde febrero del pasado año.
Durante el último año previo a la guerra, Fluidra cerró el curso con un millón de euros de beneficios gracias al trabajo de unas 50 personas en su división en Rusia -la principal filial generó 7,7 millones de beneficio-.
Estos datos son casi irrisorios en comparación a lo que la empresa factura a nivel global, y más tras la pandemia, cuando se destacó como la compañía preferida para la compra de piscinas, llegando a suponer el 13% de la venta total de piscinas en todo el mundo.
De hecho, entre 2020 y 2021, la compañía logró vender sus productos por un valor de 2.389 millones de euros, una cifra que descendió hasta los 269 millones de ganancias netas.