Putin empieza una caza peligrosa en Occidente y EEUU da el aviso por lo ocurrido en la ciudad balneario de España
El misterioso asesinato de un piloto ruso desertor en Villajoyosa ha puesto en alerta a las autoridades españolas.
Desde que comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania han sido varios los oligarcas rusos contrarios al conflicto que han fallecido en extrañas circunstancias, entre las que se encuentran supuestos suicidios, caídas por las escaleras o desde altos pisos, envenenamientos, heridas de arma blanca...
Destacan las muertes, por ejemplo, de Mikhail Rogachev, ex vicepresidente de Yukos, Leonid Shulman, jefe del servicio de transporte de Gazprom Invest, o Alexander Tyulyakov, subdirector de seguridad corporativa en el Centro de Asentamiento Unido de Gazprom. Unos sucesos que dan nombre al "síndrome de la muerte rusa misteriosa".
El asesinato de un desertor ruso en España
Los tres fallecimientos anteriores se produjeron en Rusia, pero CBS News alerta también sobre la persecución que se podría estar realizando en el extranjero, ya que varios ciudadanos rusos han muerto fuera del país. España es uno de esos lugares, concretamente Villajoyosa, una 'ciudad balneario' ubicada en la provincia de Alicante, donde viven muchas personas originarias de Rusia y Ucrania.
El medio estadounidense informa de que la ciudad fue escenario en febrero de un asesinato que recorrió el mundo. El cuerpo de la víctima apareció "acribillado a balazos" en el interior de un aparcamiento.
"Estaba dentro de una sección del garaje limpiando y escuché un coche subiendo la rampa muy rápido", cuenta Rubén Ferrándiz, uno de los testigos de los hechos. Fue al revisar la rampa de salida del garaje cuando vio un cuerpo tendido boca arriba. "No lo tocamos pero vimos que ya estaba muerto", asegura.
Cuando los sanitarios le abrieron la camiseta a la víctima, observaron que presentaba varios disparos: "Uno en el corazón, otro en las costillas y en la barriga tenía algunos. La señora de la ambulancia dijo que le habían disparado cinco veces".
Posteriormente, la policía lo identificó posteriormente a la víctima como un ruso de 28 años llamado Maxim Kuzminov, un nombre que ya había aparecido anteriormente en los titulares internacionales al ser un piloto de helicóptero militar en Rusia que desertó tras ser reclutado por Internet por agentes de inteligencia ucranianos, quienes lo ayudaron a planificar su escape. En 2023, tras escapar de la guerra, había comprado un apartamento dentro de este complejo de gran altura situado en Villajoyosa.
Kuzminov cruzó en helicóptero las líneas del frente de Rusia a Ucrania sin ser detectado en agosto de 2023. Entregó la aeronave a las tropas ucranianas, además de equipo militar sensible e inteligencia rusa de alto secreto, a cambio de medio millón de dólares y una nueva identidad ucraniana. Fue una gran victoria para Ucrania, que hizo que Kuzminov contara su historia en la televisión nacional, pero también le costó la vida.
Munición rusa
Las cámaras de seguridad grabaron el asesinato y mostraban a dos asesinos entrando al garaje y escondiéndose en el asiento trasero de su coche detrás de un cristal tintado. Esperaron a Kuzminov en su plaza de aparcamiento durante más de cinco horas y después le dispararon. Después, huyeron del lugar y quemaron el coche en el que se habían escapado para ocultar su rastro.
"No es una escena de aficionados. Estos tipos saben lo que hacen y probablemente ya hayan matado a gente antes", explica el periodista Michael Weiss, quien lleva décadas investigando los servicios de inteligencia rusos. Es editor de The Insider, una revista de investigación creada por periodistas rusos en el exilio.
"Su asesinato tiene todas las características de un asesinato profesional. Sabemos que lo habían estado vigilando durante semanas, si no meses, antes del asesinato porque los asesinos conocían sus movimientos. No sabemos exactamente si el arma que usaron era una pistola o qué, pero la munición era rusa. Así que hay una firma, algo que al menos indica de dónde viene", añade.
Actualmente, la investigación se encuentra en manos de la Guardia Civil, pero bajo secreto de sumario, con lo que hay poca información pública.