Los 5 presos portugueses que ponen en jaque a España pudieron ser ayudados por fuerzas especiales
La cercanía de la frontera con España obliga a extremar las precauciones, pero no habrá cierre.
El abogado del Sindicato Nacional del Cuerpo de Guardias Penitenciarios, Pedro Proença, reveló que se encontró un refugio junto al muro de la prisión de Vale de Judeus, utilizado por los cómplices que ayudaron a cinco reclusos a escapar. Según Proença, estos cómplices “evidentemente tienen entrenamiento militar” y podrían formar parte de “unidades de fuerzas militares especiales”. Las cámaras de seguridad muestran que realizaron un “acercamiento táctico” hacia el muro de la prisión, típico de operaciones especiales.
El refugio encontrado sugiere que los cómplices pasaron varias horas cerca del muro de la prisión, escondiéndose allí durante la noche. En el lugar se encontraron latas de refrescos, recolectadas por la Policía Judicial para analizar posibles evidencias biológicas.
Las autoridades portuguesas han emitido una alerta internacional para la captura de cinco reclusos peligrosos que se fugaron de la prisión de Vale de Judeus, situada en Alcoentre, a unos 70 kilómetros al norte de Lisboa. La fuga, que tuvo lugar la mañana del sábado, ha puesto en alerta a las fuerzas de seguridad tanto nacionales como internacionales, incluyendo a Interpol y Europol.
El secretario general adjunto del Sistema de Seguridad Interna de Portugal, Manuel Vieira, informó en una rueda de prensa que todas las estructuras nacionales están activadas y que se ha alertado a las autoridades del espacio Schengen y europeo, incluidas las españolas. Vieira destacó que la circulación de la información está siendo eficiente tanto a nivel nacional como internacional, y descartó, por el momento, el cierre total de las fronteras, calificándolo de “no proporcional ni adecuado”.
Los cinco reclusos, identificados como Fernando Ribeiro Ferreira (61 años), Rodolf José Lohrmann (59), Mark Cameron Roscaleer (39), Fábio Fernandes Santos Loureiro (40) y Shergili Farjiani (33), cumplían condenas de entre 7 y 25 años por delitos graves como tráfico de drogas, asociación criminal, blanqueo de capitales, robo, rapto, extorsión y secuestro. La fuga fue descrita como una “operación compleja, de crimen organizado con capacidad financiera”, donde todos los detalles fueron meticulosamente planificados.
El director de la Policía Judicial lusa, Luís Neves, advirtió que, a excepción de uno de los reclusos, los fugitivos son individuos “peligrosos” y de carácter “violento” que no dudarán en poner en riesgo vidas humanas para mantener su libertad. Neves instó a la población a no intentar interactuar con los fugitivos y a informar inmediatamente a la policía si los localizan.
La fuga se llevó a cabo con la ayuda de una escalera lanzada desde el exterior, que permitió a los reclusos saltar el muro de la prisión. Este incidente ha puesto en evidencia fallos en la seguridad de la cárcel de Vale de Judeus, que alberga mayoritariamente a reclusos condenados a largas penas, incluyendo un número significativo de prisioneros extranjeros. El director general de la Dirección General de Reinserción y Servicios Penitenciarios (DGRSP), Rui Abrunhosa Gonçalves, confirmó que se está investigando el fallo de seguridad que permitió la fuga.
La investigación, calificada como “compleja” por Vieira, puede no dar resultados inmediatos, pero las autoridades están haciendo todo lo posible para recapturar a los fugitivos. La colaboración internacional es crucial en este esfuerzo, y las autoridades portuguesas están trabajando estrechamente con sus homólogos europeos para asegurar que los reclusos sean detenidos lo antes posible.
Las autoridades han asegurado que se tomarán todas las medidas necesarias para evitar que algo similar vuelva a ocurrir en el futuro.