Polonia rechaza el plan de reubicación de inmigrantes de la UE y plantea un referéndum
"Los polacos deben decidir sobre este asunto", defiende el Gobierno de derecha extrema, que se opone al acuerdo como Hungría. El pacto, bajo amenaza.
El jefe del partido gubernamental polaco, Ley y Justicia (PiS), Jaroslaw Kaczynski, ha anunciado que apoya la convocatoria de un referéndum nacional para someter a consulta la reubicación forzosa de inmigrantes acordada por la Unión Europea.
En un debate parlamentario, Kaczynski, reiteró la postura de su Gobierno, contraria a la reubicación forzosa de inmigrantes que según él "socava la soberanía de todos los países de la Unión Europea", y dijo que "los polacos deben decidir sobre este asunto".
La semana pasada los ministros del Interior de la UE lograron un acuerdo para reformar las normas de asilo del club comunitario en el que se contempla que los Estados miembros puedan negarse a acoger en su territorio solicitantes de asilo procedentes de otros países comunitarios si pagan 20.000 euros por persona rechazada. El acuerdo no contó con la aprobación ni de Polonia ni de Hungría.
Según el líder conservador polaco, el pago forzoso de 20.000 euros por cada inmigrante no admitido que deberá efectuar cada país, supone "una burla de la UE, una descarada discriminación a Polonia, que ya ha acogido a 2,2 millones de refugiados" provenientes de Ucrania.
"Si tomamos, por ejemplo 1,2 millones (para no discutir) como el número más probable (de refugiados ucranianos asentados en Polonia por la guerra), y lo multiplicamos por 22.000 (sic) euros, salen entre 20 y 30.000 millones. Mientras que Polonia ha recibido, tirando por lo alto, 100 euros por cada ucraniano", afirmó Kaczynski.
En su intervención, el jefe del partido Ley y Justicia, que gobierna Polonia desde 2015, aseguró que el programa de reubicación forzosa de inmigrantes "es contrario a los Tratados" de la Unión, un organismo que "cambia sus decisiones constantemente" ya que, según él, "en 2018 se decidió en su contra, con los votos negativos de Polonia, Hungría y República Checa".
"Es difícil trabajar con un organismo que cambia de parecer en decisiones que deberían ser definitivas, y eso es uno de los motivos de la crisis de la UE", enfatizó Kaczynski.
Varios miembros del Ejecutivo polaco se han manifestado fuertemente contra el pacto migratorio de la UE y hace pocos días, el primer ministro, Mateusz Morawiecki, aludió al "dictado" de Bruselas y dijo que "en algunas ciudades europeas ya hay distritos enteros a los que los propios vecinos temen entrar" por la existencia de "millones" de inmigrantes.
Por su parte, el viceprimer ministro, Zbigniew Ziobro, aseguró que, de aceptar la llegada de inmigrantes, "las ciudades de Polonia se convertirían en zonas de guerra o guetos llenos de grupos agresivos, culturalmente extraños y hostiles" y añadió que "nuestras madres, esposas e hijas tendrían miedo de dejar sus hogares solas".