¿Pero qué lío hay con Lula y Ucrania?
Ha afirmado que tanto Moscú como Kiev tomaron la decisión de ir a la guerra y que EEUU y la UE "siguen contribuyendo para que continúe la guerra".
La polémica rodea estos días al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva. Todo, por unas declaraciones sobre la guerra de Ucrania que le han granjeado acusaciones de aliado de Rusia, de seguidismo a Vladimir Putin. La bola ha ido creciendo hasta enervar a Estados Unidos o poner en tela de juicio la conveniencia de los viajes oficiales que inicia a final de esta semana, a Lisboa, Madrid y Bruselas.
¿Pero qué es lo que ha pasado? Pues que el líder del PT afirmó que tanto Rusia como Ucrania tomaron la decisión de ir a la guerra, igualando a invasor e invadido. "La construcción de la guerra es más fácil que la salida de la guerra porque la decisión de la guerra la tomaron los dos países. Ahora estamos intentando construir un grupo de países que no tengan ninguna implicación en la guerra, que no quieren la guerra, que desean construir la paz en el mundo, para hablar tanto de Rusia como de Ucrania", afirmó Lula desde Abu Dabi, en Emiratos Árabes Unidos, última escala un viaje internacional que había tenido como destino principal China.
Lula cargó poco antes desde Pekín contra el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aunque también contra Putin, porque "no toman la iniciativa para cerrar el conflicto", mientras que acusó a Estados Unidos, que "sigue contribuyendo para que continúe la guerra". "Es necesario que EEUU pare de incentivar la guerra (...) y comience a hablar de paz. Es necesario que la Unión Europea comience a hablar de paz para que podamos convencer", enfatizó.
"Tenemos que sentarnos en una mesa y decir basta. Vamos a conversar porque la guerra nunca trae ni nunca traerá beneficios", insistió, llamando a Bruselas y Washington a dar el paso. "Tenemos que convencer a las personas de que la paz es lo mejor para impulsar cualquier proceso de conversaciones. Tal como está la cosa, la paz está muy difícil", argumentó.
Durante su viaje, apostó de hecho por una iniciativa de paz para Ucrania que esté mediada por un grupo semejante al G-20 en el que estarían países "neutrales". Planteó la propuesta al presidente chino, Xi Jinping, y con el jeque emiratí Mohamed bin Zayed al Nayan y dijo que existen posibilidades de que se pueda conformar este grupo. "Es importante crear otro G-20 para acabar con la guerra e instaurar la paz. Estamos reuniéndonos con varias personas que prefieren hablar de paz en ve vez de hablar de guerra", subrayó.
Todo esto lo decía Lula cuando estaba a horas de recibir en Brasilia al ministro de Exteriores de Moscú, Sergei Lavrov, que está de ronda en América Latina tratando de ampliar la influencia de su gobierno en la región. Justamente, Lavrov repitió al llegar a suelo brasileño el mismo argumentario de Lula, echando más leña al fuego: Rusia desea una solución "duradera" para el conflicto en Ucrania, dijo, pero ni el Gobierno de ese país ni Occidente "contribuyen" con ese objetivo.
El enfado de Kiev
El Ministerio de Exteriores de Ucrania mostró rápido su enfado con Lula, porque entiende que la opinión que tiene sobre el país no se corresponde con la situación real. Por ello, lo ha invitado a visitar Kiev y entender la "verdadera naturaleza" de la agresión rusa. "Reiteramos nuestra invitación a Luiz Inácio Lula da Silva para que visite Ucrania y comprenda las verdaderas causas y la naturaleza de la agresión rusa y sus consecuencias para la seguridad global", escribió el portavoz de Exteriores, Oleg Nikolenko, en un mensaje en Facebook.
Aseguró que "Ucrania observa con interés los esfuerzos del presidente de Brasil por encontrar una solución que ponga fin a la guerra". "Al mismo tiempo, el planteamiento que pone al mismo nivel a la víctima y al agresor y acusa de fomentar la guerra a los países que ayudan a Ucrania a defenderse de una agresión mortal no se ajusta a la realidad", subrayó. Añadió que "Ucrania no necesita ser convencida de nada".
"La guerra de agresión se está librando en suelo ucraniano y está causando un sufrimiento y una destrucción indescriptibles. Más que nadie en el mundo, aspiramos a poner fin a la agresión rusa sobre la base de la Fórmula para la Paz propuesta por el presidente (ucraniano, Volodímir) Zelenski, subrayó.
Las reacciones internacionales
Las reacciones que ha cosechado Lula son poco amigables. La Unión Europea respondió este lunes que Ucrania es "la víctima" de este conflicto, ante la "agresión ilegítima" de Rusia, y que le está apoyando en su derecho legítimo a defenderse. "No es cierto que la UE y Estados Unidos estén ayudando a prolongar el conflicto (de Rusia contra Ucrania). La verdad es que Ucrania es víctima de una agresión ilegal en violación de la Carta de las Naciones Unidas", indicó el portavoz de Exteriores comunitario, Peter Stano, durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea.
"La UE, EEUU y otros socios internacionales están ayudando a Ucrania a defenderse porque, si no, afrontaría su destrucción", agregó. "Rusia es la única responsable de una agresión ilegítima y no provocada a Ucrania. No hay cuestión sobre quién es el agresor y quién la víctima", destacó Stano, quien pidió ceñirse a los "hechos".
El ministro luso de Asuntos Exteriores, João Gomes Cravinho, quiso ser conciliador y dijo que estas declaraciones no ponen en "apuros" a Portugal, que espera recibir este viernes a Lula para conmemorar el 49 aniversario del triunfo de la Revolución de los Claveles. "La constatación de que la política exterior portuguesa y la política exterior brasileña no son idénticas no es una sorpresa", insistió. "No hacemos de esto ningún tipo de drama", añade. "Si sólo tuviésemos relaciones diplomáticas con los países que están de acuerdo con nuestra política interior y exterior no tendríamos relaciones con las tres cuartas partes del mundo", dijo luego el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, tratando de quitar hierro al asunto cuando esperan la visita con grandes fastos.
El primer ministro, Antonio Costa, fue más sincero: hay "divergencias" con la postura de Lula, claramente, pese a su "amistad fraternal". "Sobre Ucrania no hay ninguna duda, nuestra posición no coincide con la del presidente Lula", dijo el martes. "Hemos mantenido y mantendremos un apoyo a Ucrania desde el punto de vista humanitario, financiero, político y militar (...) Esta es nuestra posición y no la cambiamos en función de posiciones distintas que otros países amigos, con quienes tenemos relaciones fraternales, puedan tener", manifestó.
EEUU, por su parte, no se ha andado con medias tintas. Dijo que se siente "sorprendido" por las declaraciones y consideró que el tono de esos comentarios "no es de neutralidad". Vamos, que alineó a Lula con Putin. La portavoz de la prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quien aludió específicamente a la rueda de prensa que mantuvieron el lunes en Brasilia el canciller brasileño, Mauro Vieira, y su homólogo ruso, Lavrov. "Estamos sorprendidos por el tono de la rueda de prensa de ayer del ministro de exteriores. Ese no fue un tono de neutralidad, sugiriendo que Estados Unidos y Europa no están interesados en la paz o de que tenemos responsabilidad por la guerra. Eso es directamente erróneo", dijo Jean-Pierre ayer.
A ese respecto, la portavoz recordó que EEUU y la UE intentaron dialogar con Rusia desde que, a mediados de 2021, se vieron los primeros indicios de que el Kremlin estaba preparando una invasión de Ucrania y explicó que esos contactos se mantuvieron hasta el inicio de la guerra en febrero de 2022.
Más enfático fue John Kirby, uno de los portavoces de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, quien acusó a Lula de estar "repitiendo como un loro" la propaganda de Rusia y China sobre la guerra en Ucrania sin haberse parado a estudiar "los hechos". "Es profundamente problemática la forma en la que Brasil ha abordado este tema, tanto de manera sustantiva como de manera retórica, al sugerir que EEUU y UE de alguna manera no están interesados en la paz o que comparten responsabilidad por la guerra", expresó.
Tras esta avalancha de declaraciones, ayer tarde Lula se vio forzado a recalcar que condena la invasión rusa a Ucrania. En una declaración al lado de su homólogo rumano, Klaus Iohannis, Lula afirmó que el Gobierno brasileño "condena la violación territorial" de Ucrania por parte de Rusia, a la vez que defiende que se negocie el fin del conflicto.
El asesor de Lula para asuntos internacionales, Celso Amorim, hizo de poli malo y calificó de "absurdas" las declaraciones de Kirby. En una entrevista al canal de televisión Globonews, Amorim recalcó que Brasil ha mantenido históricamente una posición de "no alineamiento" con las potencias, lo cual, según aclaró, no se debe confundir con la neutralidad. No obstante, mantuvo sus críticas a los aliados de la OTAN por armar a Ucrania y darle "falsas esperanzas" de que puede derrotar a Rusia en el campo de batalla.
Ahora está por ver cómo aborda el debate Lula en su gira europea.