El Pentágono paraliza por sorpresa las entregas del caza del futuro
El fabricante Lockheed Martin almacenará estos aviones en su fábrica de Fort Worth durante la mayor parte de 2023 y, posiblemente, hasta la primavera de 2024.
El Pentágono no incorporará nuevos cazas F-35 hasta que se solucionen los problemas con las actualizaciones de hardware Tech Refresh 3 (TR-3). El Gobierno de EEUU busca asegurarse de que estos aviones de combate de nueva construcción han podido completar todas las pruebas del hardware para cumplir con las expectativas de los clientes internacionales, según Breaking Defense.
El fabricante Lockheed Martin almacenará estos aviones en su fábrica de Fort Worth, en Texas, durante la mayor parte de 2023 y, posiblemente, hasta la primavera de 2024, según ha informado Defense News y se ha hecho eco La Razón.
El nuevo sistema TR-3 mejora el procesador central, la unidad de memoria y la aviónica asociada del F-35. Una vez que se pruebe, la aeronave estará lista para someterse a la modernización del Bloque 4. Esta permitirá que los cazas puedan transportar una mayor variedad de armas de precisión, impulsar su capacidad de guerra electrónica y mejorar en el reconocimiento de objetivos.
No se conoce el número de aviones afectados por este medida, pero TheWarZone estima que, incluidas las configuraciones TR-2 y TR-3, Lockheed planeaba entregar alrededor de 150 F-35 a lo largo de este año. La paralización, sin embargo, no afecta a los aviones equipados previamente con el hardware TR-2.
Uno de los mayores despilfarros
El programa del F-35, según sus críticos, constituye uno de los mayores despilfarros del presupuesto del Departamento de Defensa de EEUU. Argumentan que se trata de un avión excesivamente caro y mal adaptado a las exigencias de un mundo cambiante.
El Programa comenzó en el 2000 liderado por Estados Unidos con un presupuesto estimado en 200.000 millones de dólares. Actualmente, sin embargo, la inversión supera ya los 400.000 millones, según un borrador del Congreso de Estados Unidos. El precio por unidad ha pasado de los 200 millones iniciales a 80 millones por caza.
Un artículo de opinión de The New York Times de 2021 llegó a sugerir que el F-35 es demasiado caro para fracasar. “El programa está por encima del presupuesto. No cumple las capacidades prometidas y sus índices de capacidad de misión ni siquiera empiezan a cumplir los umbrales de los servicios”, dijo a los periodistas en abril de 2021 el representante John Garamendi, demócrata de California, presidente del subpanel de preparación del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.