Netanyahu confiesa que quiere sacar a los palestinos de Gaza pero no hay país al que llevarlos
Hamás rechaza una propuesta de Egipto para una nueva tregua en la franja, mientras su líder reaparece y deja un mensaje claro.
La guerra en Gaza no se detiene ni por la Navidad. Al contrario, ha vivido en las últimas algunos de los ataques más graves por parte de Israel, desde que comenzaron como respuesta a Hamás por sus atentados del 7 de octubre pasado. En mitad de ese contexto, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha confesado que su plan es sacar a los palestinos de la franja, pero que el problema es dónde llevarlos, ya que los países árabes de la zona se niegan a asumir una nueva catástrofe (nakba) como la de 1948.
Los refugiados de entonces no han regresado nunca a Palestina y ya son cinco millones, la mayor diáspora del mundo.
El diario Israel Hayom explica que el mandatario, en una reunión de su partido de derechas, el Likud, dijo está trabajando para lograr la "inmigración voluntaria" de los residentes de Gaza a otros países. "Nuestro problema son los países que están dispuestos a absorber y estamos trabajando en ello", dijo Netanyahu.
La conversación surgió con sus diputados porque ha surgido públicamente políticos estadounidenses como Nikki Haley, la aspirante a la candidatura republicana a la Casa Blanca. Los más halcones creen que "se debe establecer un equipo del Estado de Israel para abordar esta cuestión y garantizar que quienes quieran salir de Gaza hacia un tercer país puedan hacerlo".
El mandatario reconoció entonces que es algo sobre la mesa. Hasta ahora no lo había hecho porque, para sus críticos, supone la declaración de que se quiere sacar permanentemente a la población civil de su tierra, algo que constituiría un hipotético crimen de guerra. EEUU ha reprochado a Israel que no tenga un plan para Gaza una vez que acabe con Hamás, su objetivo declarado.
Ayer mismo, el premier visitó el norte de la franja y dijo que la guerra contra el grupo islamista palestino Hamás continuará "hasta el final".
"No se detengan. La guerra continúa hasta el final. Hasta que terminen, nada menos que eso", indicó Netanyahu en referencia velada a la propuesta que hizo Egipto de un alto el fuego de dos semanas, que tanto Israel como Hamás parecen haber rechazado.
Hamás condiciona cualquier nuevo acuerdo de intercambio de rehenes por presos a un alto el fuego permanente, opción que Israel rechaza porque está decidido a continuar con la guerra hasta la destrucción del grupo islamista.
Netanyahu fue informado sobre la cantidad de munición, armamento y bocas de túneles por las tropas de la 261º brigada, según un comunicado de la Oficina del primer ministro.
"Estoy aquí con ustedes en el norte de la Franja de Gaza y estoy inusualmente impresionado (...) Estamos orgullosos de ustedes y confiamos en ustedes. Vemos la determinación y las ganas de continuar hasta el final", indicó.
La amenaza de Hamás
Mientras, el líder de Hamás en el enclave, Yahya Sinwar, emitió su primer mensaje en 80 días desde el inicio de la contienda. "Es una batalla feroz, violenta y sin precedentes contra Israel", afirmó Sinwar, quien Israel asume que está escondido en túneles subterráneos en el área de Jan Yunis, donde se centran ahora gran parte de los combates.
"Las Brigadas Al Qasam (brazo armado de Hamás) destruirán al ejército de ocupación, están en camino de aplastarlo y no se someterán a las condiciones de la ocupación", agregó Sinwar, "número dos" de la organización pero verdadero poder del grupo ya que controla las operaciones políticas y militares dentro de la Franja, mientras que el jefe del buró político del movimiento, Ismail Haniyeh, vive exiliado en Catar.
Sinwar, considerado el cerebro del brutal ataque del 7 de octubre en Israel, afirmó que las Brigadas Al Qasam, han atacado a unos 5.000 soldados israelíes, "un tercio de ellos murieron, otro tercio resultó gravemente herido y el último tercio permanentemente incapacitado", además de destruir 750 vehículos militares.
Las cifras ofrecidas por Sinwar distan del recuento oficial de bajas del Ejército israelí, que ha confirmado hasta hoy 156 soldados muertos desde que comenzó la ofensiva terrestre en la Franja el pasado 27 de octubre; además de otros 333 durante el brutal ataque de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre, que dejó más de 1.200 muertos y 240 secuestrados.
Los intensos bombardeos israelíes en dos meses y medio de ofensiva se han cobrado la vida en 80 días de guerra de al menos 20.674 gazatíes - el 70 % civiles incluidos más de 8.000 niños - y causado más de 54.536 heridos; además de 7.500 cuerpos que se cree permanecen atrapados bajo los escombros, según el último recuento del ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.