Un micro abierto se la juega al comisario europeo de Ampliación: llama "idiotas" a los eurodiputados

Los grupos parlamentarios de los socialistas y de los liberales europeos (S&D y Renew, respectivamente) han solicitado el cese del comisario europeo de Vecindad y Ampliación, el húngaro Oliver Varhelyi (del partido derechista Fidesz), después de que los micrófonos del Parlamento Europeo lo pillasen el martes cuando, creyendo que nadie le estaba escuchando, calificó de "idiotas" a los eurodiputados que participaban en ese momento en la sesión, según informa Euronews. 

"¿Cuántos idiotas quedan?", dijo en húngaro a su jefe de gabinete, pensando que sus palabras no eran escuchadas, tras intervenir en el pleno y en respuesta a preguntas planteadas por los europarlamentarios. Pasadas unas horas, Varhelyi ha lamentado lo ocurrido, a que quita hierro por ser un "malentendido", y ha añadido que sus comentarios han sido "sacados de contexto", que se trataba de una conversación privada y que se refería a "un asunto completamente diferente" al que se estaba tratando. 

La anécdota tuvo lugar mientras el comisario se enfrentaba a una sesión de preguntas y respuestas con los europarlamentario centrada en el refuerzo de la política de ampliación en los Balcanes Occidentales, donde la mayoría de los países son candidatos oficiales a entrar en el bloque. La sesión contó con varias preguntas directas de los eurodiputados a Várhelyi sobre cuestiones relacionadas con su cartera.

Los hechos han sido como siguen: fue hacia el final de la comparecencia, cuando el eurodiputado croata Tomislav Sokol tomó la palabra, que la tensión subió porque acusó a Serbia de actuar como si dominará en la región y de"inmiscuirse" en los asuntos internos de Montenegro. Várhelyi insistió en que Serbia está sujeta a las "mismas condiciones" que cualquier otro candidato a la UE y que los "problemas" de Montenegro tenían "raíces profundas". 

Sokol insistido en ir contra Serbia por no seguir las sanciones de la UE contra Rusia en respuesta a la guerra de Ucrania, un asunto polémico. "¿Está dispuesta la UE a suspender las negociaciones de adhesión hasta que Serbia cumpla todas las condiciones?", preguntó, al respecto, a lo que el comisario replicó que la falta de alineación con la política exterior no formaba parte de los criterios "en base a los cuales se pueden suspender las negociaciones de adhesión". "Suspender las negociaciones de adhesión es el último recurso", recordó, en tono aleccionador y tras insistir en que espera que Serbia se alinee con Europa en la posición sobre Ucrania. 

Entonces, el húngaro ha vuelto a ocupar su asiento y se le ha oído decir "Hány hülye van még?" en húngaro, que se traduce como "¿Cuántos idiotas quedan?". El audio y la traducción han sido verificados por la edición en húngaro de Euronews. Un portavoz de la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha asegurado que ha pedido a sus servicios que "investiguen" el incidente.

Las críticas

El eurodiputado socialista Sándor Rónai ha calificado las palabras del comisario de "brutal insulto sin precedentes" ya que es "inaceptable" que un alto dirigente de otra institución europea "viole la integridad del Parlamento", por lo que ha hecho un llamamiento a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, para que tome "medidas contundentes".

En la misma línea, la eurodiputada liberal Irena Joveva ha tachado de "cínicas" las explicaciones del comisario tras acusar al hemiciclo de haber malinterpretado sus palabras en lugar de pedir perdón. "Sinceramente, hay muy poca gente que le crea", ha afirmado, antes de afearle que se haya referido de este modo a los representantes electos de la Eurocámara, cuyo trabajo consiste en hacer que la Comisión rinda cuentas. La presidenta de la Comisión Europea "tiene que despedirle inmediatamente... de lo contrario se arriesga a perder la confianza de todo el Parlamento Europeo", ha escrito el eurodiputado belga Guy Verhofstad, del grupo liberal Renovar Europa.

La reacción refleja una relación cada vez más tensa entre Várhelyi y el hemiciclo. El mes pasado, los eurodiputados acusaron al comisario de "eludir y debilitar deliberadamente" la cuestión de las reformas democráticas y el Estado de Derecho en el proceso de adhesión de los países candidatos.