Los hospitales de Gaza empiezan a suspenden servicios y la ONU avisa: el combustible se acabará hoy
Mientras la ayuda entra a cuentagotas y el mundo espera la operación "total" de Israel, la franja se apaga y ya no puede ni atender decentemente a los enfermos. Los centros muestran "niveles sin precedentes de devastación", indica Naciones Unidas.
"Crítica", "desesperada", "terrible"... Las agencias y ONG internacionales llevan días tratando de adjetivar la situación en Gaza, pero cada minuto que pasa las palabras se quedan más cortas, menos capaces de contar la realidad de la franja. Este miércoles, pasados 18 días de guerra, los hospitales de zona ya están suspendiendo algunos servicios, quedándose con las emergencias esenciales, mientras la ONU advierte que el combustible se acabará esta noche. Y sin él, no hay ni incubadoras ni respiradores ni nada.
El corresponsal en Gaza de la BBC ha afirmado que los hospitales han cerrado todos menos los departamentos de emergencia, a medida que disminuyen las reservas vitales de combustible que hasta ahora mantenían las operaciones en funcionamiento. "La mayoría de los demás departamentos del hospital están cerrados porque quieren minimizar la cantidad de combustible que gastan", ha afirmado. "Sólo se centran en misiones para salvar vidas", añade. Las personas que necesitan tratamientos que salvan vidas, como la diálisis renal, todavía puedan recibirlos, pero de forma precaria. "Es una situación catastrófica", resume.
Las agencias humanitarias de la ONU, que advirtieron que hoy miércoles podrían verse obligadas a detener sus operaciones en Gaza debido a la falta de combustible, han denunciado también la caótica situación de los hospitales en la Franja, con pacientes hacinados y cadáveres apilados en tiendas de campaña.
En su informe diario sobre la situación en Gaza, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas indicó que su personal ha visitado varios hospitales de la Franja palestina que muestran "niveles sin precedentes de devastación". "En uno de los hospitales yacían en camas, camillas y en el suelo cientos de hombres, mujeres y niños heridos, la mayoría inconscientes, con heridas abiertas", señaló el informe, añadiendo que decenas de cuerpos sin vida se amontonaban en una tienda de campaña en el exterior al estar lleno el depósito de cadáveres.
En estos hospitales, "el combustible está muy racionado, siendo utilizado sólo para instalaciones criticas, y muchos de los generadores de emergencia no están diseñados para operar continuamente, por lo que es posible que se rompan", subraya el informe.
La falta de alimentos provoca que muchos niños y mujeres, especialmente embarazadas y lactantes, estén en riesgo de malnutrición, lo que podría afectar a su sistema inmunológico y aumentar la posibilidad de que sufran anemia o hemorragias mortales, advierte Naciones Unidas.
El informe alerta, como ya señaló el martes la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), principal proveedor de servicios humanitarios en Gaza, que sus actividades de asistencia podrían tener que detenerse en la noche de hoy, miércoles, si no entra combustible en la franja.
En los últimos días decenas de camiones con medicinas, alimentos y otros suministros humanitarios han entrado en Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, en la frontera con Egipto, pero no se ha autorizado la llegada de combustible, vital para que sigan funcionando generadores y plantas desalinizadoras de agua.
La ONU señaló en su informe, citando cifras del Ministerio de Sanidad gazatí, que el martes fue la jornada con más fallecidos por los ataques militares al territorio, 704, lo que eleva el total de fallecidos en Gaza desde el 7 de octubre a 5.791 (2.360 de ellos niños), con 16.297 heridos.
A ellos se unen más de 1.550 desaparecidos que se cree están muertos o atrapados bajo los escombros de edificios atacados, entre los que se cree que podría haber hasta 870 niños, según las fuentes palestinas.
Más de un tercio de los hospitales y dos tercios de las clínicas de Gaza, según los últimos datos disponibles, han detenido sus operaciones por falta de combustible o debido a los daños sufridos en ataques, que también han causado la muerte de 16 trabajadores sanitarios y 35 de la UNRWA.
Hasta 590.000 de los 1,4 millones de desplazados internos de Gaza se alojan en refugios de la UNRWA, en condiciones de hacinamiento.
En Cisjordania, las hostilidades desde el 7 de octubre han causado 95 muertos entre la población palestina, 28 de ellos niños, recuerda el informe.
Tras la denuncia de la ONU, el Ejército de Israel ha respondido en la red social X con un tono poco común en las comunicaciones de un estado con el organismo internacional del que forma parte: "Estos tanques de combustible están dentro de Gaza. Contienen más de 500.000 litros de combustible. Pregúntale a Hamás si puedes tener algunos".
En las últimas horas, el choque entre Israel y la ONU ha ido a más. Tel Aviv ha pedido que Antonio Guterres, su secretario general, dimita por ser comprensivo con Palestina, tras lo visto la pasada noche en la sede de Nueva York. "El pueblo palestino lleva sometido a 56 años de asfixiante ocupación. Vieron cómo sus tierras se llenaban gradualmente de asentamientos, fueron sometidos a la violencia, sus economías fueron sofocadas, la gente fue desplazada, sus hogares fueron demolidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se están desvaneciendo", ha apuntado al comienzo de su intervención. De inmediato ha matizado que estos "agravios" no "justifican de ninguna manera" los ataques de Hamás contra la población israelí.