Los drones de observación cambian el juego en Ucrania
Las operaciones por sorpresa son cosa de campañas pasadas mientras las inclemencias del tiempo reducen la intensidad de los enfrentamientos.
La segunda campaña de guerra invernal ya ha llegado a Ucrania junto a las primeras nieves mientras Kiev teme que Rusia retome la táctica del invierno pasado de ataques masivos de drones contra su infraestructura civil y reclama "armamento adecuado" para enfrentar este riesgo. Pero las inclemencias del tiempo reducen por ahora la intensidad de los enfrentamientos.
Así, todo indica que, como señaló el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Valeri Zaluzhni, a The Economist, se ha alcanzado un "punto muerto" en la guerra con Rusia puesto que ambos cuentan con medios similares.
Este señaló que resulta muy complicado romper un frente que considera "estancado" y no existe una tecnología que lo permita sin sumar miles de muertos en cada asalto. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reaccionó a estas palabras advirtiendo a los altos mandos del Ejército del "gran error" que supone inmiscuirse en política.
Ucrania ha conseguido avanzar muy lentamente en el frente de Zaporiyia durante el verano y no ha logrado sus objetivos de cortar el corredor terrestre entre Crimea y el Donbás, según ha informado El Mundo. En este escenario los drones de observación han vuelto a cambiar el juego y localizan el movimiento del enemigo nada más producirse para que luego actúe a distancia la artillería, según resalta el mismo medio.
De esta forma, las operaciones por sorpresa son cosa de campañas pasadas, al menos hasta que se encuentre una nueva arma para abrir brechas. Mientras tanto, según resalta el mismo medio, ambos ejércitos buscan munición de artillería a la venta por todo el mundo y doblar los turnos en las fábricas.