Los "batallones de castigo" rusos apuntan a una "dificultad extrema" de Moscú
Los servicios de Inteligencia británicos han asegurado que "Rusia sigue dependiendo en gran medida de las unidades designadas especialmente 'Shtorm-Z' para operaciones ofensivas locales en Ucrania".
Los servicios de Inteligencia de Reino Unido han indicado este martes que Rusia "depende en gran medida" de unas unidades militares consideradas "batallones de castigo" para llevar a cabo operaciones ofensivas locales en el este de Ucrania, en el marco de la invasión desatada en febrero de 2022 por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
"Rusia sigue dependiendo en gran medida de las unidades designadas especialmente 'Shtorm-Z' para operaciones ofensivas locales en Ucrania. Estos grupos, del tamaño de una compañía, fueron probablemente desplegados por primera vez en 2022", han manifestado, según un comunicado publicado por el Ministerio de Defensa británico a través de su cuenta en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Así, han explicado que "hay una posibilidad realista de que Rusia contemplara inicialmente a estas unidades como organizaciones de relativa élite que se harían con la iniciativa táctica, si bien desde la primavera de 2023, al menos, las 'Shtorm-Z' se han convertido en batallones de castigo".
"Están integradas por convictos y tropas regulares sobre las que pesan cargos disciplinarios", han señalado, al tiempo que han subrayado que "múltiples fuentes sugieren que estas unidades tienen la menor prioridad a la hora de recibir apoyo logístico y médico, mientras que se les ordena en repetidas ocasiones que lleven a cabo ataques".
Por ello, han sostenido que "las tropas rusas han llevado a cabo a menudo defensas efectivas, si bien la existencia de 'Shtorm-Z' destaca la dificultad extrema que tiene Rusia a la hora de generar una infantería de combate capaz de llevar a cabo operaciones ofensivas efectivas".