Logran sacar un gusano de 8 centímetros del cerebro de una mujer: "¡Está vivo!"
En el quirófano sufrieron "el shock de su vida" cuando el cirujano detectó una anomalía "y la anomalía resultó ser un gusano vivo, de color rojo claro que se retorcía".
La ciencia médica ha registrado por primera vez la que ha sido descrita de la siguiente particular forma: "Incluso si se elimina el factor asqueroso, se trata de una nueva infección nunca antes documentada en un ser humano". Esta es la carta de presentación de lo ocurrido a una mujer en la urbe australiana de Canberra (Australia). Nada extraño, si se tiene en cuenta que le hallaron lo que resultó ser un gusano vivo, de unos ocho centímetro de largo, en el interior de su cerebro.
El propio médico en cuestión y especialista en enfermedades infecciosas, Sanjaya Senanayake, buscó ayuda en su compañera neurocirujana Sanjaya Senanayake, quien en una llamada no dudó en comentarle el hallazgo. "No creerías lo que acabo de encontrar en el cerebro de esta señora, y está vivo y retorciéndose, ¡un gusano!", le relató la experta.
Pero para comprender con detalle lo inesperado y curioso del hallazgo hay que retroceder a los primeros síntomas de la paciente, una mujer de 64 años del sureste de Nueva Gales del Sur. Según ha recogido la cadena británica BBC, había llegado al complejo sanitario con lo que el personal médico catalogó como una "constelación inusual de síntomas". Estamos hablando de dolor de cabeza, tos y sudores nocturnos, pero también de cuestiones neurológicas como pérdidas de memoria o incluso depresión.
Los profesionales sanitarios creen que ese gusano estuvo unos dos meses en su cerebro. "Todos en ese quirófano sufrieron el shock de su vida cuando el cirujano tomó unos fórceps para detectar una anomalía", rememoró Sanjaya Senanayake, para concretar: "Y la anomalía resultó ser un gusano vivo, de color rojo claro, de 8 centímetros, que se retorcía".
¿Qué hace un gusano común en serpientes en el cerebro de una mujer?
La incógnita de cómo un gusano que es común entre un tipo de serpiente australiana había aparecido en el interior de un cerebro humano ya cuenta con teorías sólidas por parte de los expertos involucrados en el caso. Se trata del gusano Ophidascaris robertsi, frecuente en las pitones alfombradas, una clase de serpiente no venenosa muy típica de Australia.
En este sentido, los expertos creen que esta mujer se infectó con la lombriz intestinal cuando recolectaba hojas de Warrigal -Tetragonia- en un lago cercano a su residencia. Se trata de una planta local similar a la espinaca que tiene tanto uso comestible como ornamental.
De hecho, y lógicamente, este caso ha sido objeto de un artículo científico publicado en la revista especializada Emerging Infectious Diseases. La experta australiana en parasitología Mehrab Hossain sostiene en dicha publicación que la mujer se convirtió en "huésped accidental" al usar la hojas de Warrigal para contaminar, que previamente estaban contaminadas por heces de pitón y, en su interior, huevos de parásitos -sí, el excremento de una serpiente está detrás de toda esa historia-.