Indígenas de Rusia afrontan la extinción por reclutamiento forzoso
Las autoridades captan hombres "que ni siquiera saben que tienen derechos", según revela una experta.
Algunos pueblos indígenas de Rusia se enfrentan al riesgo de extinción debido al reclutamiento forzoso de sus miembros por parte del ejército en zonas remotas para luchar en la guerra contra Ucrania, ha alertado este lunes la relatora de la ONU sobre los derechos humanos en Rusia, Mariana Katzarova.
"La movilización de indígenas, particularmente de naciones con pocos miembros, es masiva, al igual que el ritmo al que mueren, lo cual representa una amenaza de extinción para ellos", ha declarado la experta al presentar a la prensa su último informe sobre la situación en Rusia.
La movilización no es voluntaria
Asimismo, ha precisado que la mayor parte de esta movilización es forzada y se centra en las zonas lejanas dentro del inmenso territorio ruso. En concreto, ha afirmado haber documentado casos de redadas en pequeños poblados en los que los soldados iban casa por casa para llevarse a los hombres, "que ni siquiera saben que tienen derechos".
Esto no ocurre, ha asegurado en "lugares más sofisticados", como Moscú o San Petersburgo, donde "la gente conoce mejor sus derechos".
Katzarova ha contado un caso específico del que ha tenido conocimiento en detalle de helicópteros militares llevándose a "una gran cantidad de hombres" del pueblo yakuto, considerado el mayor grupo autóctono de Siberia, dedicado en su mayoría a trabajos forestales.
Ha relatado que se trata de un área tan lejana de Rusia, que no cuenta con servicios sanitarios y donde la gente muere de urgencias médicas porque no puede ser evacuada a otros lugares para reciben atención. Sin embargo, "los helicópteros sí llegan allí" para llevar hombres a la guerra contra Ucrania, destaca.
País "dirigido por un sistema de terror y castigo"
De manera general, la relatora ha descrito la grave situación que se vive en Rusia, un país, desde su punto de vista, "dirigido por un sistema de terror y castigo patrocinado por el Estado, que usa la tortura con absoluta impunidad".
"Los defensores de los derechos humanos, periodistas y figuras políticas son perseguidas y encarceladas en gran número. Estar en desacuerdo con la guerra se criminaliza, mientras que la violencia policial se perdona", ha lamentado.