Hamás anuncia la muerte de su número dos, Saleh al-Arouri, en un bombardeo en Líbano
Al menos otras cinco personas han muerto por el bombardeo de un dron achacado a Israel. El mundo árabe clama venganza contra Tel Aviv, que no reconoce responsabilidad alguna en el ataque.
El movimiento islamista Hamás ha anunciado la muerte de su número dos, Saleh al-Arouri tras un ataque con drones al sur de Beirut (Líbano) achacado a Israel. Se trata de una figura clave en el aparato político-militar, porque también era uno de los comandantes de la rama militar, considerada terrorista por numerosos estados, las Brigadas Al Qassam.
Su deceso ha provocado una ola de indignación en el mundo árabe, que clama venganza contra Israel, pese a que el Gobierno de Netanyahu no ha reconocido, por el momento, responsabilidad alguna.
Según la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) el ataque ha dejado, al menos, otros cinco muertos y varios heridos por el bombardeo de dos proyectiles de presunta procedencia israelí contra una oficina de Hamás cerca de la capital libanesa. En ella se celebraba un encuentro entre distintas facciones palestinas en el momento del ataque, de acuerdo con el citado medio.
El Gobierno de Líbano, ha sido uno de los primeros actores internacionales en reaccionar al ataque, para hablar de un "crimen" y responsabiliza directamente a Israel. Poco después se ha posicionado, en términos más graves, el partido-milicia chií libanés Hezbolá, que asegura que la muerte de Al-Arouri, "no quedará sin respuesta ni castigo".
En un comunicado recogido por la agencia de noticias libanesa, Hezbolá ha asegurado que sus combatientes se encuentran preparados para tomar represalias por un ataque que atribuyen al Ejército israelí y lo califican como "un acontecimiento peligroso en el curso de la guerra entre el enemigo y el eje de resistencia".
A la escalada verbal se ha sumado Irán. Tras mostrar su enérgica condena, el portavoz de Exteriores ha asegurado que esta muerte "motivará aún más la lucha contra Israel". "La sangre del mártir definitivamente encenderá una vez más las venas de resistencia y motivación para luchar contra el ocupante sionista, no sólo en Palestina, sino en la región y entre todos los defensores de la libertad en todo el mundo", ha manifestado Nasser Kanaani.
Para el actual líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, se trata de un "acto terrorista" que hace a la milicia palestina "más fuerte y decidida que nunca". "Esta es la historia de la resistencia y de nuestro movimiento. Siempre nos volvemos más fuertes y más decididos", ha manifestado Haniye durante un discurso recogido por la cadena de noticias Al Jazeera.
Poco antes había sido otro alto cargo de Hamás, Izzat al Rishq, el que ha confirmado la noticia. "Los cobardes asesinatos llevados a cabo por la ocupación sionista contra los líderes y símbolos de nuestro pueblo dentro y fuera de Palestina no lograrán quebrar la voluntad y la firmeza de nuestra gente ni socavar la continuación de su valiente resistencia". Al Rishq ha añadido que dicho ataque es una muestra más del "abyecto fracaso del enemigo a la hora de lograr cualquiera de sus agresivos ataques en la Franja de Gaza".
Las instalaciones atacadas se ubican en el área de Msharafiye, adyacente a la capital y hasta donde se han desplazado varias ambulancias para trasladar a las víctimas. Por el momento se desconoce la identidad del resto de las víctimas y si también formaban parte de Hamás.
Histórica figura de Hamás y clave en Líbano
Al-Arouri estuvo preso en distintas cárceles israelíes durante más de una década, antes de su liberación en 2010. Posteriormente se desplazó a Líbano, donde ha residido desde 2018. Se le consideraba responsable de varios ataques contra Israel desde suelo libanés.
En la actual guerra entre Israel y Hamás ha sido una de las principales figuras del bando islamista en las negociaciones para liberar los rehenes capturados por Hamás en su ataque terrorista del 7 de octubre.
Hace ahora un mes, en declaraciones a la cadena de televisión Al Yazira, afirmó que el resto de prisioneros eran soldados o antiguos soldados y que no serían liberados hasta que Israel pusiera fin a los ataques sobre la Franja de Gaza.