Golpe en la mesa de Rusia en el inminente ataque que pasa por España

Golpe en la mesa de Rusia en el inminente ataque que pasa por España

Según 'El País', la presencia de buques de guerra rusos en el Estrecho ha aumentado un 50% con respecto al año pasado.

  Russian military combat ships in St. Petersburg, Russia.Getty Images

El expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, amenazó en 2023 con atacar los cables submarinos por los que circula el tráfico de Internet mundial. "A Rusia no le queda ninguna restricción, ni siquiera moral, que nos impida destruir las comunicaciones por cable del fondo marino de nuestros enemigos", advirtió. Y ahora parece estar cumpliendo esa amenaza.

Varios expertos han mostrado su inquietud por el aumento de la actividad rusa alrededor de estos cables. "La gran cantidad de incidentes sospechosos ha llevado a pensar que las nuevas amenazas de actores estatales deben tomarse en serio", expone Christian Bueger, profesor de la Universidad de Copenhague y autor del libro Entendiendo la seguridad marítima, ha alertado en declaraciones a Euronews.

Bueger habla de una amenaza que podría afectar directamente a España, pues señala que un ataque coordinado podría tener como blanco una "superautopista de datos" situada frente al estrecho de Gibraltar.

Aumento de buques de guerra en el Estrecho

El temor ante la amenaza que sufre España se fundamenta con la cada vez mayor presencia de buques de guerra rusos en el estrecho de Gibraltar. El País, citando a fuentes del Ministerio de Defensa, recoge que, en lo que llevamos de 2024, la cantidad de buques de guerra y submarinos rusos que han navegado por el Estrecho ha aumentado en un 50% respecto a 2023.

Un alto mando de la Armada ha asegurado que se trata de "muchos centenares" de buques que transportan armamento o material militar, aunque se ha negado a aportar cifras exactas por cuestiones de seguridad. Los barcos pasan por las costas españolas en su ruta que parte desde los puertos de Kaliningrado y San Petersburgo, en el mar Báltico, con destino a la base naval de Tartus, en Siria, al otro extremo del Mediterráneo.

Un vicealmirante asegura que la detección de estos buques de guerra rusos en aguas cercanas a España es "una consecuencia directa de la guerra en Ucrania". 

En este sentido, el Ministerio de Defensa de España precisa en su documento Panorama Estratégico 2024 que, aunque Rusia ha tenido que trasladar la mayor parte de sus soldados y material a Ucrania, "sigue teniendo bases aéreas y navales permanentes en Siria, lo que da al país acceso directo al Mediterráneo y le permite hostigar a las fuerzas estadounidenses en Oriente Próximo".

Alta vigilancia

La Armada española vigila constantemente los movimientos de buques rusos en aguas de interés del Estado. La última misión fue realizada entre el 4 y el 11 de septiembre, cuando las fragatas Blas de Lezo y la Canarias vigilaron el submarino ruso Novorossiyk y dos buques auxiliares de la Federación Rusa que atravesaron aguas cercanas a España.

La primera en actuar fue la fragata Blas de Lezo, que partió desde su puerto en el Arsenal de Ferrol para acompañar al Novorossiyk y al remolcador Evgeniy Churov durante su travesía por el mar Cantábrico hasta las costas portuguesas, donde fue relevada por un buque portugués.

Posteriormente, la fragata Canarias continuó con la monitorización de las unidades rusas durante su tránsito por el golfo de Cádiz y mar de Alborán. Durante su paso por el estrecho de Gibraltar, se unió a la agrupación el remolcador Alatau, para continuar la escolta del submarino Novorossiyk en su camino hacia el Mediterráneo central.

Por último, la fragata Canarias finalizó su misión de vigilancia y disuasión y pasó el relevo del seguimiento a un buque francés, que comenzó su misión cuando la agrupación rusa abandonó los espacios marítimos de interés español.