Gaza sin bombas: la busca de alimento, la destrucción y el reducto de paz de la playa
Esta son las estampas que deja la franja en estas horas sin ataques de Israel, en las que busca rehacerse con el miedo a que acabe pronto y vuelva la ofensiva.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo anoche a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que está dispuesto a ampliar la tregua pactada con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) más allá de los cuatro días iniciales, que terminan hoy.
"Por cada día más, otros diez rehenes", ha apuntado Netanyahu en una conversación telefónica con Biden en la que ha advertido que en cualquier caso, una vez finalice esta pausa, continuará la ofensiva militar terrestre israelí sobre la Franja de Gaza con toda la fuerza posible.
El hecho de que Hamás también esté dispuesto a ampliar ese horizonte sin bombas y con entrada de ayuda humanitaria ha traído cierta esperanza a los dos lados, los que esperan a más rehenes y los que aspiran a no tener un bombardeo constante, que ha dejado ya más de 14.000 muertos.
La vida estos días en Gaza está marcada por la calma, sí, pero también por la desesperación: los civiles corren a buscar alimento, agua y combustible, también medicinas en los hospitales que aún prestan servicios y estaban bajo mínimos; acuden a sus casas, incluso al norte, donde Israel ha ordenado que no se pise, a mirar los daños en sus viviendas, a limpiar lo que pueden y a recoger alguna pertenencia o interesarse por esos familiares o vecinos de los que no se sabe nada. Los tanques israelíes siguen en sus calles.
Son horas de compras aceleradas en los pocos mercados abiertos y, también, un poco de oxígeno a la vera del mar, ese Mediterráneo que en Gaza es una de las pocas atracciones disponibles y donde nadie podía pisar desde hace más de 50 días. Es de los pocos sitios donde la mascarilla no es necesaria, porque en el resto de la franja, con más de 6.000 cuerpos aún bajo los escombros, la situación sanitaria las hace más que recomendables.
Hasta sl secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha pedido esta mañana que se prolongue el alto el fuego y dar lugar a un "alivio muy necesario". "Pido una prolongación de la pausa (en las hostilidades). Esto permitiría un alivio muy necesario y liberar más rehenes", declaró el político noruego en una rueda de prensa previa a la reunión de ministros de Exteriores de la Alianza que se celebra el martes y el miércoles en Bruselas.