Europa despide con frialdad al maestro de las fuerzas nucleares de Rusia
El gobierno británico respalda la operación ucraniana y recuerda que Moscú puede poner fin al conflicto “hoy mismo”.
El Reino Unido no derramará lágrimas por la muerte del general ruso Igor Kirillov, jefe de las Tropas de Protección Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas rusas, quien perdió la vida en un atentado en Moscú que han reconocido los servicios secretos ucranianos en Moscú. Así lo ha dejado claro el gobierno británico a través de un portavoz del primer ministro, Keir Starmer, que ha reiterado el derecho de Ucrania a defenderse ante la invasión ilegal de Rusia.
"Es evidente que no vamos a lamentar la muerte de alguien que ha fomentado una invasión ilegal y ha causado sufrimiento y muerte al pueblo ucraniano. Siempre hemos sido claros en que Ucrania tiene derecho a defenderse”, declaró el portavoz del primer ministro británico, Keir Starmer, en declaraciones recogidas por Ukrainska Pravda.
El portavoz del mandatario británico ha insistido en que la responsabilidad última del conflicto recae sobre Rusia. "Como dijo el primer ministro ayer mismo, Rusia podría poner fin a esta guerra hoy. Es la agresión rusa la que está causando este conflicto y el continuo sufrimiento del pueblo ucraniano”, añadió el portavoz.
El 17 de diciembre, una explosión en Moscú acabó con la vida de Igor Kirillov y su asistente, un ataque que, según fuentes de los servicios de seguridad ucranianos citadas por Ukrainska Pravda, se llevó a cabo con una operación especial del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). Kirillov era considerado un engranaje crucial en la maquinaria militar rusa, especialmente en su programa de defensa y ataque nuclear, químico y biológico.
Este golpe en el corazón de Moscú no solo ha supuesto la eliminación de un alto mando estratégico, sino también un claro mensaje de que Ucrania es capaz de llevar la guerra más allá de las fronteras del frente. La operación ha añadido más presión al Kremlin, mientras el conflicto se recrudece y las acciones ucranianas tienen un mayor alcance.
Paralelamente, en un esfuerzo por seguir asfixiando económicamente a Moscú, Keir Starmer ha anunciado nuevas sanciones contra 20 petroleros que, según el gobierno británico, están involucrados en el transporte ilegal de crudo ruso. Estas medidas buscan frenar las vías de financiación de la maquinaria bélica rusa y redoblar el apoyo económico y militar a Ucrania.