El refugio secreto de un rey europeo a 50 metros de la orilla de una de las playas más conocidas de España

El refugio secreto de un rey europeo a 50 metros de la orilla de una de las playas más conocidas de España

Se encuentra en la Costa Tropical y se convirtió en uno de los lugares más mágicos e importantes en la vida de este monarca hasta su muerte.

Casa del rey Balduino de BélgicaEFE - Alba Feixas

Bautizada como 'Villa Astrida' en honor a su madre, es uno de los rincones más especiales de toda la provincia de Granada, donde los reyes de Bélgica entre 1951 y 1993, Balduino y Fabiola residieron de forma intermitente hasta la muerte del monarca a causa de un infarto.

Este lugar, ubicado en Motril, a tan solo 50 metros de la orilla del mar y desde donde incluso se pueden ver las montañas de Sierra Nevada, fue el sitio preferido en el mundo para el rey Balduino de Bélgica, donde de hecho, pasó sus últimos días de vida. Ahora, este refugio 'secreto' abre sus puertas al pueblo gracias a la Fundación INEIS.

Como ya hemos mencionado, el nombre se debe a la memoria de la madre del monarca, la reina Astrid, y este lugar se convirtió en el lugar idóneo para hallar la "paz y la tranquilidad" para la familia real belga, tal y como apunta a EFE la gerente del Memorial Rey Balduino, Isabel Ferrer.

Actualmente, es esta fundación la que gestiona el inmueble y durante unos días, ha querido compartir con todo el mundo cómo es este mágico lugar, con "la pretensión de transmitir y dar a conocer la figura y los valores de los monarcas belgas".

Además, esta oportunidad permite entender "un sitio y un lugar con una historia única, un punto donde los reyes aprovecharon para descansar en distintas fechas del año" y de esta forma comprender la relación y los vínculos que la familia real belga desarrolló con los vecinos de la localidad granadina durante más de tres décadas.

27.000 metros de finca: Biblioteca, patio, museo... 

En cuanto a la distribución y área de la finca, hay que destacar que ocupa un espacio de casi 27.000 metros cuadrados, y de acuerdo con las declaraciones de sus gerentes, se encuentra prácticamente igual que en el año de su estreno, en 1967, con infinidad de dependencias y amplios lugares donde la familia real belga podía disfrutar de unas vistas y una calidad de vida óptima.

Así, el principal objetivo de esta apertura de puertas al público pretende que la gente pueda comprender y revivir cómo era el día a día de la familia real en esta mansión.

Entre las principales dependencias de este lugar destaca un corredor que da paso a un salón y a una biblioteca, además de a un patio luminoso ubicado en el centro de la casa y que cuenta con una fuente rodeada de columnas nazaríes.

Por uno de los lados de la casa se puede acceder a una capilla, donde un cura agustino celebraba misa diariamente, algo que se mantiene a día de hoy, cada último jueves del mes. Además, la vivienda cuenta con diez habitaciones, así como zonas comunes en las que llama la atención la especial austeridad del lugar.

En este sentido, Ferrer asegura que se trata de "un espacio con mucha historia y que guarda muchos secretos", ya que tanto el interior como el porche, han formado parte de la historia y el legado de gran parte de la segunda mitad del siglo XX, gracias a las visitas de líderes mundiales y monarcas que se produjeron durante los casi 30 años que Fabiola y Balduino residieron en el lugar, y donde se trataron "muchos temas delicados de Estado".

Por otro lado, y a la salida de la casa, se encuentran unos jardines perfectamente cuidados y con unas palmeras que conducen hasta la piscina, mientras que en último lugar destaca el museo, que fue inaugurado por la reina Sofía el pasado verano, y donde se encuentran infinidad de pertenencias y objetos de valor del rey Balduino.