EEUU y Rusia se sientan a la mesa en Riad para negociar el final de la guerra sin invitar ni a Ucrania ni a Europa
Washington y Moscú buscan restablecer relaciones bilaterales mientras Europa debate su papel en la resolución del conflicto.

Riad. La capital saudita y la ciudad más poblada de Arabia Saudí se convertirá este martes en la ciudad más vigilada y el punto del planeta sobre el que se posarán todas las miradas, especialmente desde Kiev y Bruselas, pendientes de lo que se trate en la reunión entre los jefes de la diplomacia de Rusia y Estados Unidos, Serguéi Lavrov y Marco Rubio, en la que tratarán de normalizar las relaciones entre Moscú y Washington, además de negociar las bases de un posible acuerdo de paz que ponga fin a la guerra en Ucrania. Una cita a la que no están invitados ni el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ni la Unión Europea, que rechazan cualquier tipo acuerdo sin su participación.
En la catártica Conferencia de Múnich del pasado sábado, donde el vicepresidente de los Estados Unidos, J.D. Vance, dejó entrever que los países europeos no tendrían un papel protagonista en estas conversaciones. Una exclusión de la mesa de negociaciones que ya llevaba pidiendo un tiempo el Kremlin, que sostiene que Europa perdió su derecho a estar en el encuentro tras el incumplimiento de los Acuerdos de Minsk por parte de Kiev, Berlín y París hace ya una década. "No sé qué pintan los europeos en la mesa de negociaciones", le espetó el ministro de exteriores ruso a la prensa antes de partir este lunes hacia Riad.
Lavrov se encontrará en Arabia Saudí con el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, que este lunes aterrizaba en Riad en el marco de una gira por Oriente Próximo que ha tenido como primera parada Israel, en la que Benjamin Netanyahu defendió la idea del presidente estadounidense, Donald Trump, de vaciar Gaza de palestinos. La reunión entre Moscú y Washington, convocada de urgencia por el Kremlin, se produce en medio de los esfuerzos diplomáticos para acabar con la guerra en Ucrania y la incertidumbre que se ha generado por las posibles concesiones a Putin y cesiones de Rusia para un alto el fuego.
Kiev siempre ha reclamado que para acabar con la guerra tenía que poder quedarse con todo el territorio que hoy tiene ocupado Rusia (un 20% del país), pero no sólo desde la andanada de 2022, sino desde la de 2014, cuando se anexionó la península de Crimea y ayudó a levantarse a los rebeldes independentistas de Donetsk y Lugansk, quienes han autoproclamado repúblicas no reconocidas por la comunidad internacional. Ahora, EEUU dice que es "poco probable" no tocar el territorio y da ya por seguro que habrá cesión.
El enviado especial de Estados Unidos para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, señalaba este lunes las concesiones a las que debería acceder Putin para poner fin a la guerra. "Bueno, tal vez renuncie a sus ingresos petroleros y lo obligaremos a hacerlo", apuntó antes de que el equipo negociador se encuentre en Riad para abordar una normalización en las relaciones bilaterales entre ambos países y preparar un posible encuentro entre Trump y Putin, quienes han mantenido contacto directo para negociar una salida al conflicto.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmaba este lunes que, además de Serguéi Lavrov, en la delegación rusa estará presente Yuri Ushakov, asesor de Putin para asuntos internacionales. Por el lado estadounidense, Rubio estará acompañado por el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz. "Queremos hablar de todo el abanico de relaciones bilaterales con Estados Unidos", dijo el canciller ruso, en referencia a Oriente Medio y otras crisis internacionales.
Mientras tanto, Rubio, que ya se encuentra en Riad tras reunirse con el príncipe heredero saudí, ha mantenido un tono cauteloso. "Una llamada telefónica no resuelve una guerra tan compleja como esta", dijo en una entrevista con CBS News. Aunque reconoció que Putin "expresó interés en la paz" durante su conversación con Trump, el secretario de Estado subrayó que "las próximas semanas y días determinarán si es serio o no".
Zelenski no quiere saber de negociaciones
Mientras las negociaciones entre Washington y Moscú avanzan en Riad sin la presencia de Zelenski, el presidente ucraniano ha dejado claro que Ucrania no reconocerá ningún resultado que salga de este encuentro. "Ucrania no lo aceptará. Ucrania no sabía nada de esto. Y Ucrania considera nulos los resultados de cualquier negociación sobre Ucrania sin Ucrania", declaró desde Emiratos Árabes Unidos, donde se encuentra de visita oficial y en donde también aseguró que pedirá explicaciones sobre el contenido de esta reunión al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, con el que se verá los próximos días.
Zelenski también ha mantenido una conversación telefónica con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para recibir el apoyo de los líderes europeos reunidos en París y fijar una postura común sobre el resultado de la reunión, dejando clara la necesidad de que se garantice la seguridad, de forma "sólida y fiable", para Ucrania. "Un alto el fuego frágil solo le serviría a Rusia como preludio de una otra guerra en Ucrania y otros países europeos", advirtió el mandatario ucraniano.
Europa busca su papel
Por su parte, los líderes europeos también han expresado su malestar por haber sido marginados de las negociaciones. Este lunes, el presidente francés, Emmanuel Macron, reunió en París a los principales mandatarios de la UE, la OTAN y el Reino Unido para consensuar una postura común. Aunque hubo divisiones sobre la posibilidad de enviar tropas de paz a Ucrania, todos coincidieron en que cualquier acuerdo debe incluir a Kiev y ofrecer garantías sólidas para evitar un "cierre en falso" del conflicto.
Pedro Sánchez y Olaf Scholz consideraron "prematuro" debatir un despliegue europeo en el territorio ucraniano, mientras que el británico Keir Starmer se mostró dispuesto a estudiar esa posibilidad. "Europa debe desempeñar su papel", sostuvo el primer ministro británico, quien la próxima semana se reunirá con Trump.
Trump y Macron hablaron antes de la reunión de París en una llamada telefónica que duró unos 30 minutos. El presidente francés también contactó posteriormente con Volodímir Zelenski, quien reiteró que Ucrania no aceptará ninguna negociación sin su presencia. "Cualquier otra decisión sin sólidas garantías de seguridad sería un nuevo engaño de Rusia", advirtió el líder ucraniano.