EEUU detiene el envío de miles de bombas a Israel en medio de la operación sobre Rafah

EEUU detiene el envío de miles de bombas a Israel en medio de la operación sobre Rafah

Es la primera vez desde el inicio de la ofensiva sobre Gaza, en octubre, en que Biden da un paso que se lee como un mensaje a Netanyahu para que afloje. 

Joe Biden y Benjamin Netanyahu, el pasado 18 de octubre, en Tel Aviv.Anadolu via Getty Images

La Administración del presidente estadounidense Joe Biden ha retrasaso "ciertos" envíos de armas fabricadas por Boeing a Israel, según han informado a la Agencia Reuters cuatro fuentes familiarizadas con el asunto, en lo que dos de ellas afirmaron que era un aparente mensaje político al estrecho aliado. Medios norteamericanos como The Washington Post han confirmado con fuentes gubernamentales esta información. 

Los envíos, que se han retrasado al menos dos semanas, se referían a municiones de ataque directo conjuntas de Boeing, que convierten bombas no guiadas en artefactos de precisión, así como a bombas de pequeño Ddámetro. La Casa Blanca y el Pentágono declinaron hacer comentarios ante estas noticias. 

La revelación de este retraso en el envío de armas fue comunicada por primera vez por Axios durante el fin de semana y Politico informó por primera vez sobre los tipos de armas retrasadas y el razonamiento, anoche. Uno de los envíos retrasados pertenece a una venta comercial de 6.500 municiones conjuntas de ataque directo, que convierten “bombas tontas” de caída libre en armas guiadas con precisión, dijeron personas familiarizadas con el asunto. 

El Pentágono afirmó el lunes que no ha habido una decisión política de no enviar armas a Israel, el aliado más cercano de Estados Unidos en Oriente Medio.

Aun así, los retrasos parecen ser los primeros desde que el Gobierno de Biden ofreció su pleno apoyo a Israel tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, en el que murieron unas 1.200 personas y otras 250 fueron secuestradas, según los recuentos israelíes.

La campaña de Israel para destruir a Hamás ha dado lugar a una campaña militar que dura ya siete meses y en la que han muerto 34.789 palestinos, la mayoría de ellos civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza.

Estados Unidos ha enviado en este tiempo decenas de miles de bombas y misiles a su aliado, incluso cuando enormes franjas de Gaza han quedado reducidas a escombros y el número de muertos entre los palestinos se ha disparado. El presidente Biden ha descrito el bombardeo de Tel Aviv como "indiscriminado", pero se ha mostrado reacio a aprovechar las transferencias de armas para intentar forzar un cambio en el comportamiento de Israel. Las sanciones tampoco se nombran. 

Un alto funcionario israelí, que habló con Reuters bajo condición de anonimato, no confirmó ningún retraso concreto en el suministro de armas, pero pareció tomarse las informaciones con calma: "Como ya ha dicho el primer ministro, si tenemos que luchar con las uñas, haremos lo que tengamos que hacer".

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Otro funcionario habló con el Post y sí le describió la medida como un "tiro en el arco", destinado a subrayar a los líderes israelíes la gravedad de las preocupaciones de Estados Unidos sobre la ofensiva en Rafah, donde más de un millón de palestinos desplazados se concentran en campamentos cerca de la frontera de Gaza con Egipto. Más de 100.000 han recibido avisos de que se trasladen ante los ataques que ya están llegando. Además, en la ciudad está el único paso fronterizo que aún no controlaba Israel en Gaza, con Egipto.