EEUU confirma el envío de bombas de racimo a Ucrania para "defenderse" de Rusia
"No dejaremos a Ucrania sin poder defenderse en este momento del conflicto, punto", justifican desde la Casa Blanca. Será tema de discusión en la inminente cumbre de la OTAN.
EEUU ha dado el paso. El Gobierno de Joe Biden ha confirmado este viernes que enviará bombas de racimo a Ucrania. Una decisión, aseguran desde la Casa Blanca, "difícil", consultada con los países aliados y pensada para que Kiev se "defienda" de Rusia.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha anunciado un compromiso que choca con los avisos de Naciones Unidas y que contraviene una convención internacional que prohíbe el uso de este tipo de armamento, de la que ni Estados Unidos ni Ucrania son parte, como tampoco lo es Rusia.
El alto cargo de EEUU asume que los países firmantes de dicho tratado "no pueden apoyar formalmente" este paso, si bien considera que esos mismos estados sí "entienden" la decisión, ya que "reconocen la diferencia entre el hecho de que Rusia use sus municiones de racimo para atacar Ucrania y que Ucrania las use para defenderse".
Preguntado por las discusiones que pueda generar en la inminente cumbre de líderes de la OTAN, desde este lunes en Lituania, Sullivan sopesa que sea un tema de fricción entre Biden y el resto de aliados.
"No dejaremos a Ucrania sin poder defenderse en este momento del conflicto, punto", ha sentenciado el asesor al filo de los 500 días de guerra tras la invasión decretada por Putin. En su intervención, Sullivan ha remarcado que son las autoridades ucranianas quienes deciden dar este paso y utilizar este tipo de armas en su propio territorio. También ha establecido diferencias entre las municiones que dispara Rusia, que tienen "tasas de fallo de entre el 30 y el 40 por ciento", y el material que suministrará ahora Estados Unidos, con un nivel de error "inferior al 2,5 por ciento".
Sobre el riesgo que supone para la población civil, especialmente por el material que no explote en el momento del disparo, Sullivan ha reconocido que es una posibilidad, pero ha incidido en que los ucranianos también corren peligro si las fuerzas rusas ganan terreno y Ucrania "no tiene suficiente artillería" con la que hacer frente a este avance.
Un alto cargo del Pentágono, Colin Kahl, ha asegurado que Kiev ha ofrecido "garantías por escrito" sobre el uso de este tipo de armamento, de tal forma que se compromete a no recurrir a él en zonas urbanas pobladas y a registrar todos aquellos lugares donde los utilice para "simplificar" la tarea posterior de desminado, según CNN.
Las características específicas de este tipo de bomba, que se divide en submuniciones una vez lanzada, hacen que tenga un impacto indiscriminado en la zona donde se arrojan, al tiempo que las convierten en una amenaza a largo plazo para los civiles e inutiliza áreas para su utilización con fines agrícolas o ganaderos.
Según la Coalición de las Bombas de Racimo, que aglutina a decenas de ONG, el 97% de las víctimas de estos remanentes explosivos en 2021 eran civiles, dos terceras partes de ellos niños. Ya antes del anuncio estadounidense, este grupo había denunciado el uso de este tipo de armamento en el marco de la guerra en Ucrania, principalmente por parte de las fuerzas rusas pero también de las ucranianas.