Mentiras y verdades sobre las bombas de racimo
Según Human Rights Watch.
Las bombas de racimo han vuelto a saltar a la palestra después de que Ucrania solicitase a Estados Unidos el envío de este tipo de armas para enfrentarse a Rusia. Si bien es cierto que el ejército de Putin ya estaba utilizando este tipo de armamento, que está prohibido y que data de la II Guerra Mundial.
¿Son indispensables en las guerras actuales?
Según Human Rights Watch, las bombas de racimo no son muy útiles en la actualidad. Esto se debe a que fueron diseñadas para bombardeos a gran escala, pero tienen fallos. No todas las mini bombas que se encuentran en el interior se detonan al tocar el suelo.
Además, los conflictos bélicos se desarrollan actualmente sobre zonas urbanas habitadas, algo totalmente inapropiado para el uso de las bombas de racimo. Es posible que produzcan daños a la población civil, y no debería ser así.
¿Son necesarias para la protección y multiplicación de las fuerzas militares?
Las bombas de racimo tienen una serie de limitaciones e inconvenientes que entorpecen las operaciones militares. La presencia de mini bombas sin detonar pone en peligro la seguridad de las tropas.
En la Guerra del Golfo de 1991, el ejército estadounidense sufrió numerosas bajas por las zonas contaminadas con sus propias bombas sin estallar. Además, en Irak en 2003 sucedió lo mismo, pero no tenían armas alternativas.
¿Existen alternativas viables?
Claro que sí. La revolución en materia de tecnología militar ha supuesto un avance sin precedentes. Las bombas de racimo no tienen capacidad de direccionalidad y fallan a la hora de la detonación. Por este motivo, es mejor utilizar otro tipo de armas.
Hay muchas alternativa para el ataque blindado y otras nuevas armas se encuentran en vías de desarrollo. Se está creando otro tipo de armamento que no genera material bélico sin estallar.