Así intenta la UE evitar que Rusia burle sus sanciones
Las claves del nuevo mecanismo de elusión aprobado en el undécimo paquete de sanciones.
Once ya. Al filo de cumplirse los 500 días de guerra, la Unión Europea ha dado luz verde, definitivamente, al undécimo paquete de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania.
Un nuevo catálogo de medidas que, como se dio a conocer hace tiempo, ahora incluye algo novedoso. No sólo nuevas restricciones, sino también un mecanismo para evitar que el régimen de Putin se burle de las ya impuestas, que son muchas y variadas... pero no siempre tan efectivas como podría parecerse.
La facilidad de Moscú para pactar nuevos acuerdos comerciales con países que tienen relaciones directas o indirectas con la UE deja en el tintero buena parte de las duras sanciones activas contra las actividades comerciales, exportaciones e importaciones rusas. Entre los países señalados, algunos exsoviéticos como Kazajstán, Georgia y Armenia, además de 'socios' como Turquía y Emiratos Árabes Unidos .
¿Y qué puede hacer la Unión Europea con lo que acuerden países ajenos a su control? Ahí reside el meollo del nuevo mecanismo aprobado en Bruselas.
En un primer paso, los Veintisiete quieren tirar de diplomacia, de una forma "rápida, proporcionada, y específica", explican. Así, defienden iniciar un diálogo con los países y las empresas implicadas en la elusión de las sanciones para, añaden, intentar encontrar formas de cooperar para atajar flujos comerciales anómalos.
Si, a pesar de las sanciones individuales y sectoriales, Rusia sigue escapando de las restricciones, la UE puede ahora adoptar "medidas excepcionales de último recurso". Estas consistirían en restringir la venta, el suministro, la transferencia o la exportación de bienes y tecnologías a terceros países que, esté demostrado, acaben en manos de Rusia.
Literalmente, ha apuntado el Consejo Europeo, a aquellos países terceros “cuyas jurisdicciones se consideren expuestas a un riesgo continuo y especialmente elevado de elusión”.
Al respecto, el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha apuntado que en ningún caso son sanciones "extraterritoriales, a diferencia de las americanas" y ha añadido ante un grupo de periodistas españoles que el mecanismo incluye la posibilidad de tomar medidas de manera “excepcional” y como “último recurso” contra esos países, siempre que las anteriores intentonas de acercamiento no hubiesen funcionado.