Yo contigo, Juan

La respuesta es sí, Juan Espadas, yo estoy contigo. Nunca he escondido que creo que necesitamos recuperar esperanza, ilusión y las ganas de trabajar todos juntos por un proyecto común que no es otro que el socialismo. Por tanto, estoy convencida de que este proceso, que no tiene otro fin que tener ya un candidato que nos lidere en el camino de recuperar la confianza de los andaluces, son el paso para subir ese escalón, para dar un nuevo impulso al PSOE en la región, pero sin olvidar una cosa igualmente importante.

Debemos agradecer y reconocer el esfuerzo de aquellos que han trabajado para llegar hasta aquí, porque siendo de tu agrado o no la línea, las estrategias o los resultados, lo que nunca podemos olvidar es que como partido político con más de 100 años de historia, lo que nos diferencia de otros que comparten hemiciclos con nosotros es, precisamente, nuestra historia. Somos herederos de varias generaciones de verdaderos luchadores por la verdadera libertad, de los que se dejaron la piel por ella cuando realmente no se tenía, y como tales no nos queda otro remedio que entender, apoyar, ser generosos y optar por la mejor opción para permanecer fuertes, unidos y con la capacidad de tener las cosas muy claras.

Y, señoras y señores, lo que nos une es mucho más fuerte que aquello que nos puede separar, porque lo nuestro es ideología, una forma de ver el mundo y la sociedad que queremos. Una, por ejemplo, en la que no hay tanta pelea, acidez o personas tóxicas como han entrado en los últimos años en política, y por tanto nosotros, nuestro proceso interno ni es, ni será un enfrentamiento, sino una decisión entre formas de dirigirnos a los votantes.

Nos toca dar un nuevo empujón. Un enorme empujón que ayude a la sociedad a recuperar la confianza, a vernos como lo que somos, gente de fiar exactamente iguales que todos ellos, porque no creemos en la Andalucía de clases, sino en los andaluces.

Todos saben, y lo hemos demostrado, que los poderosos no nos dan miedo, que los monopolios los eliminamos antes incluso de entrar en la Unión Europea y que, por encima de todo, no nos cuesta asumir errores e iniciar nuevos caminos.

Bien común e igualdad social, interés general… son tantas nuestras señas de identidad que no puede haber o existir proceso interno que nos desvíe de lo que somos y a quiénes nos debemos. Por todo ello, ¿es necesario un proceso como el que ahora comienza en el PSOE de Andalucía? Claro que sí, y ahora mejor que mañana, porque no podemos seguir generando dudas, opiniones o tendencias por algo que no sea aquello a lo que nos dedicamos, que es conseguir bienestar y seguridad para la gente. Y sí, hablar del PSOE de Andalucía en estos momentos era no poder contestar a las preguntas de ¿pero qué va a pasar en el partido? ¿y cuándo va a suceder?

Pues esas preguntas tenemos que responderlas ya y para ello articulamos un proceso democráticos en nuestras bases, con naturalidad, porque no podemos generar duda alguna sobre qué hay en nuestras cabezas, que no puede ser otra cosa devolver igualdad a los andaluces y desterrar los pactos con la extrema derecha.

Dar respuestas no es malo, ni mucho menos, y no quiere decir que el futuro ya esté escrito de antemano como en otros partidos, porque este PSOE es sencillamente de sus afiliados y son ellos quienes mayoritariamente quieren acabar con las dudas, con el pasado, y mirar hacia el futuro con esperanza, ilusión, ganas de trabajar… con ganas de socialismo.