La colada del volcán supera los 1,2 kilómetros de ancho tras más de 40 terremotos
Las cenizas empeorarán la calidad del aire en el sur y el oeste de la isla.
La colada del volcán de La Palma sigue creciendo. Después de que una parte del cono volcánico de Cumbre Vieja se haya desprendido originando nuevas lenguas de lava, el Pevolca ha anunciado que en total la colada principal supera ya los 1,2 kilómetros de ancho.
Además, los científicos mantienen una vigilancia continua sobre las coladas de lava más fluidas que emergieron tras el derrumbe, mientras que se ha constatado la existencia de tubos volcánicos cercanos a la costa que ayudan a evacuar el magma al mar.
El director técnico de la institución, Miguel Ángel Morcuende, ha detallado que la superficie devastada es de 413 hectáreas y el perímetro de la zona afectada es de 36 kilómettos.
Por su parte, los servicios de sismología han registrado un enjambre sísmico de 40 terremotos leves en la isla de La Palma. La actividad continúa incrementándose en el marco de una nueva fase efusiva del volcán.
Este escenario, sumado al cambio en la dirección del viento, ha supuesto un cambio en las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La calidad del aire en la zona sur y oeste de La Palma empeorará este lunes y el martes.
Solo este domingo, el volcán ha emitido 16.000 toneladas de dióxido de azufre (SO2). El servicio de monitorización de la atmósfera Copernicus incluso ha predicho que las emisiones de dióxido de azufre (SO2) emitidas llegarán hasta el mar Caribe a lo largo de esta jornada.
El derrumbe del cono
Morcuende ha informado también del derrumbe y destrucción que se produjo a última hora de la tarde del domingo de una parte del cono volcánico, provocando la caída de determinados bloques del mismo que fueron arrastrados por la colada.
El derrumbe parcial de la estructura del cono parece haber unido las bocas eruptivas del volcán, lo que está provocando un mayor caudal de salida de lava, que alcanza en determinados puntos casi un kilómetro de anchura máxima.
Respecto al delta marino que ha formado en su caída al mar ocupa una superficie de casi 29,7 hectáreas, según la información actualizada este lunes por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
Sin posibilidad de predicciones
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha reconocido este lunes que los datos que manejan los organismos científicos que asesoran a las autoridades en la erupción de La Palma no permiten hacer predicciones sobre cuándo tiempo de actividad le queda al volcán, más allá de afirmar que, por ahora, no se ve cercano su final. “Tengo que trasladar que no sabemos en qué momento estamos, no parece que estemos cerca del final”, ha señalado Torres.
Además, este imposibilidad de realizar predicciones también está marcada por la dificultad añadida que está experimentando el satélite Copernicus para actualizar la evolución de las coladas del volcán. El motivo pasa por la densa nubosidad registrada en el valle de Aridane.
Reanudación de la retirada de enseres
El Cabildo de La Palma ha informado de que a lo largo de esta jornada se permitirá acceder a retirar enseres en las viviendas que se encuentren a más de 1,5 kilómetros de la colada. La otra condición es que las viviendas en cuestión estén fuera de la zona de seguridad, detalla la corporación insular en las redes sociales. El acceso a estas viviendas será “controlado y acompañado por personal de seguridad”.
El suministro eléctrico y de telecomunicaciones opera con normalidad, no así el abastecimiento de agua potable y de riego, que se ha visto afectado en algunas localidades de El Paso y Los Llanos de Aridane.