Unos presupuestos de país
El Gobierno de Pedro Sánchez va a elegir un camino distinto al de la austeridad y los recortes, potenciando las políticas sociales.
Los Presupuestos Generales del Estado son el proyecto de ley más importante que presenta el Gobierno cada año. En España y en cualquier país de nuestro entorno. Pero si además, el contexto en el que se presentan es como el que vivimos en estos momentos, en medio de una pandemia mundial que lleva nueve meses marcando el día a día, no son solo el proyecto más importante, sino el más necesario e imprescindible para afrontar el presente y el futuro.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha presentado unos Presupuestos para 2021 progresistas, realistas, expansivos y con una vocación de transformación económica y social sin precedentes, para hacer país.
Unos presupuestos que incluyen el mayor gasto social de la historia para responder a la emergencia sanitaria que vivimos y contribuir a paliar los perversos efectos de la COVID19 sobre todos los sectores de nuestra sociedad. Con ese espíritu finalista, contienen las mayores partidas para fortalecer la sanidad pública, la educación, la dependencia, las pensiones, las becas, el Ingreso Mínimo Vital, un Plan de Choque de Empleo Joven, políticas públicas de vivienda o la lucha contra la pobreza infantil, es decir, para fortalecer al Estado del bienestar y no dejar a nadie atrás.
Ese Ingreso Mínimo Vital para el que se destinan más de 3.000 millones de euros persigue el objetivo de dejar un país mejor a las futuras generaciones y combatir la desigualdad desde todos los niveles.
Con ese horizonte de alcanzar más derechos, más bienestar y más progreso para la ciudadanía, el Gobierno incluye modificaciones presupuestarias para aumentar la progresividad del sistema tributario y medidas concretas para seguir luchando contra el fraude fiscal.
Estos Presupuestos también ponen el foco y la inversión en los grandes ejes vertebradores del cambio social y económico que necesitamos, proyectando más allá de la legislatura la evolución del país durante la próxima década. Unas cuentas centradas en la necesaria transición ecológica y energética, en la modernización de nuestro tejido económico y productivo, en la digitalización, la innovación, la ciencia, la sostenibilidad de las infraestructuras, la vertebración social y territorial, y la igualdad como guía para avanzar. Unos Presupuestos que permitirán, a su vez, canalizar los tan importantes, por cuantía y repercusión, fondos europeos.
Unos PGE en los que las comunidades autónomas y, también, los ayuntamientos ven reflejadas sus demandas, poniendo los recursos necesarios para garantizar la prestación de los servicios públicos e incrementando las partidas, por ejemplo en Infraestructuras, para ahondar en la cohesión territorial con más de 6 mil millones de euros, que permitirán el impulso al desarrollo y al crecimiento económico de cada rincón de España.
En definitiva, unos Presupuestos de país y para hacer país, con los que el Gobierno de Pedro Sánchez, frente a una crisis excepcional, va a destinar recursos excepcionales, eligiendo un camino distinto al de la austeridad y los recortes, potenciando las políticas sociales, apoyando al tejido productivo como nunca antes se ha hecho en una crisis para que la reconstrucción del país tras la COVID19 venga acompañada de la reactivación y la recuperación de toda la sociedad.
Nunca antes unos Presupuestos han sido tan importantes para que nuestro país siga su rumbo, pensando en el todo y no en la parte, estando a la altura de las necesidades, con vocación de mayoría real y atendiendo las inquietudes de todo un país, pero sobre todo y más importante, del conjunto de la ciudadanía. Que necesita más que nunca esperanza y certezas en un país que será mejor si lo construimos unidos y entre todos, logrando las mismas oportunidades para todas las personas, generando más igualdad y más justicia social que nunca en nuestra historia colectiva.