Una jubilada de Valencia denuncia a su banco tras querer cobrarle por atenderle en ventanilla
La campaña "Soy mayor, no idiota" sigue ganando fuerza contra la banca.
En medio de la polémica por la denuncia social de los pensionistas contra la digitalización de la banca, se conoce la denuncia de una jubilada con problemas de movilidad a su entidad tras intentar cobrarle por sacar dinero en la ventanilla.
Amparo Molina, vecina de Burjassot (Valencia) que asegura que es “mayor, pero no idiota”, ha hecho pública la carta en la que relata que este jueves acudió a las diez de la mañana a la oficina bancaria para retirar “una pequeña cantidad” de sus ahorros que necesitaba.
Su cartilla le dio problemas, lo que le hizo imposible retirar el dinero desde el cajero automático, por lo que, cuando llegó su turno, solicitó ayuda “y ustedes -señala en su carta- no quisieron o no les permitieron ayudar”.
En la ventanilla pidió una “solución” para poder retirar su dinero pero le indicaron que “por ventanilla tenía una comisión de dos euros”, una cantidad que le sorprendió “por desproporcionada y por difícil de asumir” para su situación económica.
La afectada ha enviado una carta a los trabajadores del banco donde les explica que ha interpuesto una denuncia tras no haber podido sacar dinero con la cartilla en el cajero ni haber recibido ayuda de los empleados, que pretendían cobrarle dos euros por hacer la operación en ventanilla.
Amparo indica que no es normal que tenga que verse obligada a presentar una denuncia y ha asegurado que las entidades bancarias “deberían ayudar” a quienes, como ella, lo necesitan, así como “facilitar información a las personas en situación de vulnerabilidad económica”.
Además sostiene que debería ser posible solicitar una cuenta bancaria básica “sin ningún tipo de comisión de mantenimiento” y que se debería informar de los cambios que les afectan como clientes.
También pide a los trabajadores “más empatía y menos soberbia con los trabajadores jubilados”.
Por último afirma que un cajero automático “nunca debería estar en la calle”; que tiene una libreta de ahorro porque le “obliga el Estado” y que, a su juicio, “es inhumano que tengan esperando de pie a personas con problemas de movilidad”.