Abatido un hombre tras matar a dos policías y un transeúnte en Lieja
La fiscalía belga investiga ya el tiroteo como un supuesto acto terrorista.
Un hombre ha matado esta mañana a dos agentes de policía y a un pasajero de un coche en la ciudad de Lieja (Bélgica). Luego ha tomado a una mujer como rehén, con la que se ha atrincherado en un instituto. El agresor ha sido abatido poco después por los agentes desplegados en la zona. Hay dos policías más heridos, aunque por ahora se desconoce su estado. La Fiscalía belga ha confirmado que el suceso está siendo investigado como un "delito terrorista". Por ahora no se ha elevado la alerta antiterrorista del país, que se mantiene en nivel 2 sobre 4.
Fue hacia las 10.30 horas cuando se escucharon los primeros tiros. Un varón armado abrió fuego contra dos policías en el café de los Augustins, en la calle del mismo nombre. Los medios locales, citando fuentes oficiales, sostienen que el atacante sería Benjamin Hermann, conocido por delitos de robo, asalto y asociación criminal, considerado "ultraviolento", y que salió de prisión el lunes dentro de un programa de reinserción de condenados. Pudo estar en contacto con detenidos "radicalizados" durante su internamiento, pero este es un extremo en el que hay confusión a esta hora.
El agresor, nacido hace 36 años, se vio interpelado las agentes (dos mujeres de 45 y 53 años) a las puertas de la cafetería. Las atacó, huyó y luego retuvo a una mujer de la limpieza como rehén en el liceo de Waha, aunque la señora está sana y salva. Las fuerzas de seguridad llegaron al lugar y neutralizaron al hombre en el centro educativo, sin que los estudiantes sufrieran daño alguno, informó el Centro de Crisis de Bélgica.
Inicialmente, abunda Le Soir, al verse sorprendido atacó a la pareja con un objeto punzante, no está claro si un cuchillo, una navaja o un cúter. Tras apuñalar a las agentes, pudo hacerse con el arma reglamentaria de una de ellas y luego disparó. De seguido, intentó entrar en un vehículo estacionado en la zona. Mató a un joven de 22 años que ocupaba el asiento del pasajero y luego salió corriendo hacia el instituto, donde se atrincheró.
Dicho organismo está analizando la situación, según ha confirmado el ministro del Interior, Jan Jambon, en Twitter. El diario Libre Belgique sostiene que el atacante gritó "Alá es grande" antes de ser abatido. El primer ministro belga, Charles Michel, dijo en declaraciones a los medios públicos que "se trata de un incidente grave". "En nombre del Gobierno, todo nuestro apoyo a las familias de las víctimas", agregó el jefe del Ejecutivo. La policía fallecida más joven era madre de un chico de 25 años, mientras su compañera de 53 años tenía dos gemelos de 13, que ya eran a su vez huérfanos de padre, según fuentes policiales. El otro fallecido era un hombre de 22 años, estudiante de Magisterio y que iba a graduarse en las próximas semanas, que se encontraba en las inmediaciones del lugar de los hechos, en el interior de un automóvil, y fue alcanzado por los disparos.
¿Radicalizado?
Tras varias horas de confusión, en la que los medios discutían si el atacante tenía o no relación con círculos yihadistas, la RTBF, la cadena pública fracófona de radiotelevisión, afirmaba finalmente que estaba fichado por las autoridades belgas como sospechoso de radicalización islámica. Al parecer, tenía ficha abierta "desde 2017 por la Seguridad del Estado" y era "sospechoso de radicalización", indicó esa cadena.
La Fiscalía aún no ha confirmado esa información. Las autoridades a cargo de la investigación tienen previsto ofrecer una segunda rueda de prensa esta tarde en Lieja para afinar éste y más datos. Algunos medios, como el periódico local Dérniere Heure, señalan que la Policía sospecha que el presunto terrorista puede estar relacionado con la muerte anoche de un toxicómano en el municipio de Marche-en-Famenne. La Fiscalía, sin embargo, solo ha confirmado que estuvo implicado en un "acto delictivo" el lunes por la noche en la provincia belga de Luxemburgo, donde se encuentra la citada localidad, fronteriza con el Gran Ducado.
El ministro de Justicia, Koen Geens, sí ha confirmado que el atacante ya se había beneficiado de 11 permisos de prisión de un día y 13 de dos días, en los que no se había producido problema alguno. La Policía ha dicho en rueda de prensa que este hombre "ejecutó" a las policías, que su objetivo claro era el de "golpear al Estado belga", en palabras del jefe policial de la ciudad, Christian Beaupère.
Lieja, una ciudad industrial cercana a la frontera alemana en la región de Valonia, de habla francesa, también fue escenario de un tiroteo en 2011, cuando un hombre armado mató a cuatro personas e hirió a más de cien antes de suicidarse.
Bélgica ha estado en alerta máxima desde que una célula del Estado Islámico con sede en Bruselas estuvo involucrada en ataques en París en 2015, que causaron la muerte a 130 personas, y más tarde golpeó en Bruselas en 2016, en dos ataques en los que murieron 32 personas más.