Un detenido en El Campillo como sospechoso de la muerte de Laura Luelmo
La Guardia Civil ha detenido este martes a un hombre en relación con la muerte de Laura Luelmo, la zamorana de 26 años que desapareció el pasado miércoles en la localidad onubense de El Campillo (Huelva) y cuyo cadáver fue encontrado este lunes por un voluntario del dispositivo de búsqueda.
Varios vecinos han declarado a medios onubenses que el sospechoso solía quedarse mirando a Laura y que incluso ella había manifestado su inquietud por eso a sus amigos y familiares.
El arrestado es Bernardo Montoya, de 50 años, hermano gemelo de Luciano, un hombre al que se había investigado inicialmente por su pasado criminal pero que estaba justo en la prisión de Ocaña (Toledo) cuando se produjo la desaparición de la joven profesora. La cárcel le concedió un permiso este lunes, el mismo día que apareció el cuerpo con señales de violencia, informan medios como la Cadena SER y ABC.
Luciano, con un importante historial de violencia hacia las mujeres, no podía ser el hombre al que se buscaba, pero tiene un hermano gemelo que también cumplió varias condenas por asesinato y robos, según fuentes policiales citadas por Europa Press. Este segundo sí se encontraba en libertad cuando desapareció la joven zamorana y es el ahora detenido.
El sospechoso estaba siendo seguido por agentes de la Guardia Civil cuando conducía su coche. Durante el seguimiento, el hombre ha abandonado su vehículo y ha intentado huir campo a tráves. Tras una breve persecución a pie, ha sido detenido esta misma mañana en un punto no determinado aún, en la provincia de Huelva.
Según El País, entre sus antecedentes penales hay casos de "asesinato, allanamiento, obstrucción a la Justicia, quebrantamiento de condena, robos con violencia", según fuentes de Instituciones Penitenciarias. Su primer ingreso en prisión fue en 1994 y salió en octubre de 2018.
Llevaba, pues, dos meses fuera de la cárcel tras haber cumplido una pena de 17 años y haber sido condenado a 22 años y dos meses por asesinar a una anciana de 81 años en la cercana localidad de Cortegana, en 1995, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Huelva de noviembre de 1997 citada por este diario. En 2008 atacó a una joven del pueblo con un cuchillo durante un permiso penitenciario.
Los agentes le están interrogando ahora en dependencias policiales y se está analizando lo encontrado en su casa y sobre todo se esperan los resultados de la autopsia, que serán definitivos para esclarecer el caso. Hay que confirmar que las sospechas son ciertas. Agentes del Instituto Armado se encontraban desplegados desde el mediodía en la calle Córdoba del municipio, donde vivía la joven, concretamente en el número 13, y también han revisado inmuebles cercanos.
Golpe en la cabeza
A la espera de los resultados de la autopsia, que se realiza en el Instituto Anatómico Forense de Huelva, fuentes de la investigación han señalado que, en la primera inspección ocular del cadáver, se vio un golpe en la cabeza y signos de violencia en el cuello.
Su teléfono sigue sin aparecer, una de las claves de la investigación. La última señal la dio a nueve kilómetros de donde apareció el cuerpo, en dirección contraria.
El cadáver estaba a unos 200 metros del lugar donde un voluntario, en pleno rastreo, encontró parte de su ropa. Se encontraba parcialmente oculta entre arbustos.
La titular del Juzgado de Instrucción 1 de Valverde del Camino (Huelva) ha decretado el secreto de sumario sobre las actuaciones, parte de las cuales continúan.
Ríos de solidaridad
Las muestras de repulsa por lo sucedido y de cariño hacia la víctima y su familia se han sucedido en toda España, como la Universidad de Salamanca, donde estudió, o en la Biblioteca Nacional, donde fue becaria.
Han sido especialmente emotivas y numerosas en municipios de Zamora, provincia de la que era natural la joven, donde se han guardado minutos de silencio en todas las instituciones y organismos públicos con la asistencia de numerosos ciudadanos, y en Huelva.