Un destacado virólogo, indignado con este rótulo de 'Antena 3 Noticias': "No es de recibo"
"Tendremos llamadas de padres angustiados y con razón".
Raúl Ortiz de Lejarazu, virólogo, profesor de Microbiología y consejero científico del Centro Nacional de la Gripe, se ha mostrado indignado con un rótulo que ha acompañado a una información en Antena 3 Noticias.
“Un 4% de los menores de 18 años sufre covid persistente”, se podía leer en la pantalla. En otro momento se aseguraba: “La mayoría entre los 12 y 18 años”.
Eso, según la información, se traduce en fatiga extrema, bajo rendimiento, falta de atención, pérdida de memoria y problemas gastrointestinales.
Tras ver la noticia, Ortiz de Lejarazu ha subido varias fotos de la pantalla afirmando que “estos titulares no son de recibo”.
“De ser cierto (que no lo es) significaría casi 250.000
Mientras, investigadores del Institute for Systems Biology (ISB), en Estados Unidos, han identificado varios factores que se pueden medir en el punto inicial del diagnóstico de Covid-19 que anticipan la probabilidad de que un paciente desarrolle Covid persistente.
Una parte significativa de las personas que contraen el virus SARS-CoV-2 sufren efectos crónicos conocidos como secuelas post agudas de COVID-19 (PASC), comúnmente conocido como COVID prolongado o persistente. Los síntomas de PASC incluyen fatiga, confusión mental, pérdida del gusto y el olfato, dificultad para respirar y más.
Los factores ‘PASC’ que han descubierto los investigadores son la presencia de ciertos autoanticuerpos, diabetes tipo 2 preexistente, niveles de ARN del SARS-CoV-2 en la sangre y niveles de ADN del virus de Epstein-Barr en la sangre.
“Identificar estos factores PASC es un gran paso adelante no solo para comprender el COVID prolongado y tratarlo potencialmente, sino también qué pacientes tienen mayor riesgo de desarrollar afecciones crónicas”, ha señalado el presidente de ISB, el doctor Jim Heath, coautor correspondiente del trabajo.
“Estos hallazgos también nos están ayudando a enmarcar nuestro pensamiento en torno a otras afecciones crónicas, como el síndrome de Lyme posagudo, por ejemplo”, señala el investigador, quien publicará este estudio en ‘Cell’.