Taiwán firma un acuerdo con EEUU para mantener sus misiles PAC-3 hasta 2026
El nuevo contrato busca asegurar el buen funcionamiento y fiabilidad de los misiles Patriot taiwaneses a medida que el armamento acumula años en funcionamiento.
Taiwán firmó con Estados Unidos un contrato por 83,3 millones de dólares para el mantenimiento de sus misiles PAC-3 hasta 2026, recogen hoy medios de la isla.
El acuerdo fue firmado entre la Misión de Defensa del Gobierno taiwanés en EE.UU. y el Instituto Americano de Taiwán después de una licitación restringida, según publica la agencia oficial taiwanesa CNA citando fuentes conocedoras de la negociación.
Según dicho medio, el contrato busca asegurar el buen funcionamiento y fiabilidad de los misiles Patriot taiwaneses a medida que el armamento acumula años en funcionamiento.
Taiwán cuenta con misiles PAC-3 desde 2007, cuando comenzó a actualizar su sistema defensivo, en el que hasta entonces contaba con misiles PAC-2.
Una fuente militar citada bajo anonimato por CNA indicó que el mantenimiento de los misiles es crucial para la defensa aérea de la isla, que entre 2025 y 2026 recibirá dos nuevos cargamentos de PAC-3 comprados en 2021.
En julio de 2020 China sancionó a la empresa armamentística de origen estadounidense Lockheed Martin por llegar a un preacuerdo con Taiwán por valor de 620 millones de dólares para reparar y poner a punto misiles PAC-3.
Pekín ha intensificado en los últimos años sus protestas por la venta de armas estadounidenses a la isla autogobernada, cuya soberanía reclama China al considerarla una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí tras perder la guerra civil contra los comunistas en 1949.
Las tensiones entre Washington y Pekín se dispararon este mes a raíz de la visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, calificada por China como “farsa” y “traición deplorable”.
Como respuesta al viaje de Pelosi, el gigante asiático desplegó en el Estrecho de Taiwán casi una semana de maniobras militares de una intensidad inédita en décadas, a las que Taipéi replicó con otras dos jornadas de ejercicios castrenses para poner a prueba sus defensas ante una hipotética invasión china.