Decepción y malestar entre los que apoyaron a Susana Díaz: “¡Tremendo!, No se la cree nadie”
Los comentarios sobre su “me equivoqué y acertó Pedro”.
“Yo me equivoqué cuando defendí que este país tenía que tener un gobierno, aunque fuera muy de derechas como el suyo, y acertó Pedro Sánchez”. Palabras de Susana Díaz el pasado martes en el Parlamento andaluz sobre la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy. Propios y extraños se quedaron de piedra. La reconversión total al ‘sanchismo’.
La frase corrió como la pólvora entre los socialistas especialmente. Muchos se pasaban los tuits de los periodistas que la habían recogido y los teletipos que llegaban desde Sevilla a toda España. Díaz reconocía su error en aquellos fatídicos y cainitas días para el socialismo. Ardían los whatsapps.
Y estas palabras han provocado mucho malestar y decepción precisamente entre los que la apoyaron en las primarias y defendieron, bajo su batuta, que el partido se abstuviera para que gobernara Rajoy. Dolor y rabia también son sensaciones que recorren estos momentos a algunos de los que se partieron la cara por ella, como expresan en privado. Algunos dejaron la primera línea política, se vieron borrados en las listas y tuvieron que buscar refugio fuera de la política precisamente por haber apoyado a la líder del PSOE-A contra Pedro Sánchez.
″¡Qué decepción!”
“Tremendo… ¡Qué decepción!”, comenta a El HuffPost una de las personas que estuvo en su núcleo más duro durante aquellos días de primarias. Y varios consultados que la acompañaron en aquella batalla apuntan a que esa frase tiene un objetivo claro: aguantar como líder del PSOE andaluz y que Ferraz no plante batalla en el próximo congreso regional. “Para salvarse ella”, resume una fuente.
“Muchos nos embarcamos en esta película pensando que era lo adecuado”, agrega otra persona que estuvo con Díaz en aquel tiempo y daba la cara públicamente por esa postura ante los medios. “El problema que le veo es que está demostrando una debilidad tremenda”, agrega. Y advierte: “No sé si estas declaraciones le ayudan a salvarse”. Sentencia: “No se la cree nadie”.
Un ‘susanista’ de aquellos días en Ferraz hace esta reflexión: “Se pueden reconducir situaciones… sin llegar a esto”. A lo que apostilla con convicción: “Pedro no olvida”.
Son varias voces también las que coinciden en la actitud de Díaz tras aquellas primarias. “A mí ni me llamó después de las primarias para saber cómo estaba y mi situación en las listas y en el partido”, reconoce otro de los pesos pesados de aquella candidatura y que la defendía en programas de televisión.
Para esos ‘susanistas’ hoy decepcionados, la obsesión de Diaz es quedarse al frente de San Vicente, la sede del PSOE-A, y volver a ser candidata en las próximas autonómicas intentando hacer ‘un Vara’: recuperar la Junta después de una legislatura del PP.
Por el momento Ferraz ha aparcado el debate sucesorio en el sur al posponer el congreso federal hasta el año que viene. Posteriormente se tiene que celebrar los autonómicos, por lo que Díaz tiene margen para moverse durante estos meses.
Los ‘sanchistas’ del sur estaban estos días ya ansiosos intentando que se celebrase ya este verano el congreso regional, por lo que tendrán que esperar. Entre los últimos movimientos contra ella se enmarcan las cuatro dimisiones en la Ejecutiva del PSOE de Sevilla -la organización provincial más grande y dominada por Verónica Pérez, persona de la máxima confianza de Díaz-.
Ahora esa alternativa se queda en barbecho una temporada. Son varios los nombres que se llevan barajando desde que se perdiera la Junta. La gran favorita siempre ha sido María Jesús Montero, pero ahora ejerce como ministra de Hacienda y portavoz. “Sería un marrón para ella”, como dice un parlamentario del PSOE.
Otros aspirantes que suenan son el diputado Felipe Sicilia, que goza ahora de la máxima confianza de Ferraz y se ha convertido en rostro habitual en las tertulias televisivas, y Juan Espadas, el actual alcalde de Sevilla y otro ‘susanista’ que se aleja cada día más de la expresidenta. No obstante, todavía no termina de cuajar un frente común a Díaz al no existir sintonía entre los ‘sanchistas’ del sur y los antiguos apoyos que la abandonan en cada provincia.
A la guerra del PSOE andaluz le quedan muchas batallas. Y todavía hay muchas heridas sin cerrar de aquellas primarias contra Sánchez. Muchos de los suyos ya no la ven tan igual desde el martes.