Seis destinos españoles para disfrutar de una escapada tranquila
Perfectos para dejar atrás el estrés.
Septiembre va llegando a su fin y el verano parece ya muy lejano. Quizás el ajetreo del día a día comience a pesar, y es posible que ya estés pensando en tu próxima escapada. España tienes millones de rincones donde disfrutar de un fin de semana de desconexión, rodeados de imponentes paisajes naturales. Te proponemos algunos de ellos para disfrutar de unos días libres de estrés.
Trujillo (Cáceres)
Esta pequeña localidad medieval cacereña es perfecta para un fin de semana en cualquier época del año, pero especialmente en otoño y primavera.
Sus calles estrechas y empedradas hacen de Trujillo el lugar perfecto para los paseos, que suelen desembocar en su Plaza Mayor, que está presidida por una estatua de Francisco Pizarro, conquistador de Perú y nacido en la localidad Extremeña. Allí también se celebra cada primavera la Feria del Queso de Trujillo, un ir y venir de residentes y curiosos que convierten a la ciudad en un hervidero, eso sí, digno de otra época.
Fuerteventura (Canarias)
Es la segunda isla más grande de la comunidad, pero una de las más tranquilas.
A pesar de que cada año sus playas de arena blanca atraen a miles de visitantes, su reconocimiento como Reserva de la Biosfera permite que sea un destino que todavía mantiene su esencia. Fuerteventura es un oasis perfecto para disfrutar con niños y también un lugar ideal para practicar windsurf o kitesurf. Aprovecha la visita para disfrutar de algunas delicias de la gastronomía de la zona, como los quesos majoreros.
Allariz (Ourense)
Todo el que acude a esta pequeña villa termina conquistado por su belleza y su ambiente.
Allariz nace junto al río Arnoia, lo que dota a la localidad de un intenso color verde que se puede disfrutar recorriendo el Paseo de la Alameda, donde se suceden varios molinos rehabilitados, pequeñas tiendas y antiguas fábricas. Olvídate del estrés caminando por su impoluto casco histórico, reconocido por su estado de conservación y hogar de varias iglesias románicas de gran valor artístico.
Segura de la Sierra (Jaén)
Este pequeño pueblo de menos de 200 habitantes se alza en las montañas de la Sierra de Segura, Cazorla y las Villas.
Está custodiado por un castillo de origen mudéjar que se sitúa en la parte más elevada del municipio y es especialmente recomendable subir hasta el torreón de la construcción para disfrutar de las espectaculares vistas sobre la comarca. También pasear por sus cuestas de piedra entre las casas blancas plagadas de flores características de Segura. Unas calles que vieron nacer al poeta Jorge Manrique, y que cada mes de mayo acogen el festival Música en Segura, en el que el sonido de clarinetes, violines o guitarras recorre todas las esquinas del pueblo.
Santa Gertrudis (Ibiza)
Lejos de la fiesta y los turistas, en el interior de Ibiza, este pequeño pueblo de casas blanca despliega sus encantos para los veraneantes que prefieren disfrutar de unas vacaciones tranquilas o en familia.
La vida de Santa Gertrudis nace en la plaza de la iglesia, donde hay varios restaurantes para disfrutar de una noche de verano. El más concurrido es el Bar Costa, un local tradicional donde se sirve uno de los mejores bocadillos de jamón de España. Y si te gusta la bisutería, las gemas y los minerales, podrás perderte durante horas en Angels, una pequeña tienda con un toque hippie llena de complementos únicos.
Parque Natural de las Bardenas Reales (Navarra)
Encontrar un paisaje semidesértico en Navarra es inusual, de ahí la importancia y la curiosa belleza del parque natural de Bardenas Reales.
Situado al sur de la comunidad, próximo a Tudela, es todo un espectáculo de la naturaleza, donde disfrutar de un precioso amanecer entre las piedras y los paisajes fruto de décadas de erosión. Si uno es muy afortunado puede disfrutar de la tranquilidad hospedándose una noche en el hotel Aire de Bardenas. Un establecimiento de diseño en medio de la nada, donde podrás irte a dormir mientras ves las estrellas.